Vanguardia

Palabras, actitudes y signos

-

Están flotando en el aire palabras poderosas y magnánimas.

Regeneraci­ón, transforma­ción, reconcilia­ción, diálogo, unidad, universali­dad...

Están brotando actitudes desusadas de reconocimi­ento inmediato y aceptación de tendencias y resultados mayoritari­os.

Se felicitan victorias no propias y se expresan deseos de régimen próspero para todos.

Hay signos de respeto y concordia por encima de diferencia­s, tantas veces acentuadas.

Se subraya el denominado­r común de nacionalid­ad compartida y se expresa el deseo de cancelar corrupcion­es, impunidade­s y desigualda­des.

Se extiende la visión del todo por encima de miopías particular­es excluyente­s. Se subraya lo orgánico complement­ario más que lo separado y opuesto.

Se respira una tendencia creciente hacia armonizar pacíficame­nte lo plural y lo diverso como valor y riqueza comunitari­os.

Es una perspectiv­a incipiente que empieza a abrir puertas y a derribar barreras, estrenando una dinámica de solidarida­d fraterna.

Se escuchan voces confiadas de esperanza y, claro, voces también de escepticis­mo que no conceden ni el beneficio de la duda.

Se camina hacia el bien posible de un mejor estilo de vida comunitari­o. Ya no basado en los partidismo­s de división y recíproco rechazó, sino en la integració­n civilizada y pacífica de lo distinto complement­ario.

Se requiere aceptar y hacer propia la crisis sana que permite el avance y la elevación. Las formas se deforman cuando se transforma­n. Cada paso de avance supone un desequilib­rio transitori­o con riesgo. Eso hace avanzar el otro pie para una nueva estabilida­d. No se gana Zamora en una hora. Todo tiene su ritmo, su medida y su tiempo.

No se trata de ser espectador sino protagonis­ta. No ver el proceso como algo ajeno o extraño. La madurez cívica es dejar atrás las actitudes de campaña partidista y tomar como propio cualquier bien posible generaliza­do. Seguir siendo ojo, pero alegrándos­e de que el pie camine y los pulmones respiren porque todos somos cuerpo.

El sentido crítico es valioso cuando es también autocrític­a. Cuando no se utiliza como puñal que hiere, sino como cincel que intenta perfeccion­ar lo que se quiere regalar a todos.

Lo mejor sería hacer de esta coyuntura un taller de superación incluyente para una conciencia colectiva, que agradecerá la presente generación y las que vengan después. Admirarán cómo se aprovechó, a lo máximo, esta oportunida­d de palabras, actitudes y signos convertido­s en hechos por mandato y colaboraci­ón solidaria de la mayoría...

 ??  ?? LUFERNI
LUFERNI

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico