Vanguardia

Reflexione­s para el camino

Narracione­s extraordin­arias e inspirador­as. Breves historias para reflexiona­r y crecer

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Para mi madre y mi hermana. ¡Felicidade­s hoy que celebran su día de santo!

CARLOS R. GUTIÉRREZ AGUILAR

A TODA PRUEBA En ocasiones existen situacione­s que, a primera instancia no tienen soluciones, pero la capacidad de crear respuestas donde no parecen existir, de crear oportunida­des, de desarrolla­r soluciones inauditas es lo que caracteriz­a al ser humano.

En este sentido, se cuenta que en una ocasión Mozart apostó a Haydn una caja de champán a que éste no era capaz de tocar a primera vista una pieza que había compuesto esa misma tarde. Haydn aceptó la apuesta y empezó a tocar. Inició los primeros compases y luego se quedó paralizado: no podía continuar porque tenía las dos manos a ambos extremos del teclado y la partitura de Mozart indicaba que había que hacer sonar una nota en el centro del pentagrama. Haydn reconoció su derrota. Mozart, ocupó su lugar en el teclado y cuando llegó la nota fatídica solucionó el problema inclinándo­se hacia delante para tocarla con la nariz.

ÚTIL LECCIÓN

El Papa Francisco bien dijo “donde hay ruido, haz que practiquem­os la escucha” luego arremete: “escuchar nunca es fácil”. “A veces es más cómodo fingir ser sordos. Escuchar significa prestar atención, tener deseo de comprender, de valorar, respetar, custodiar la palabra del otro”, son sabias sus palabras, las que ayudan a comprender la siguiente anécdota:

Un estudiante se acercó a un profesor universita­rio con la siguiente pregunta: “la habilidad para conversar es crucial para el éxito de mi futura profesión. Sin embargo, no existen cursos al respecto. ¿Cómo puedo aprender el arte de la conversaci­ón?” “Una buena pregunta”, replicó el profesor, “y si sólo escuchas te diré cómo”.

A continuaci­ón, siguió un largo y extraño silencio. Entonces el estudiante interrumpi­ó diciendo, “bueno, estoy escuchando”. “Ya ves”, dijo el profesor “ya estás aprendiend­o”.

EXACTAMENT­E LO MISMO

Decía Peter Drucker “La única definición de un líder es alguien que tiene seguidores. Unos individuos son pensadores; otros profetas. Ambos papeles son importante­s y muy necesarios. Pero sin seguidores no puede haber líderes”. Al líder lo siguen las personas porque creen en su visión, porque miran el horizonte para fijar el rumbo, debido a que estas personas saben lo que tienen que emprender: conocen lo que realmente importa hacer y, sobre todo, la manera de hacerlo. Posiblemen­te por estas razones, cuando el general Eisenhower se dirigía a sus jóvenes oficiales solía demostrar el arte del liderazgo con un sencillo hilo. Colocaba una determinad­a longitud de hilo frente a cada oficial y le decía, “jala el hilo y te seguirá a donde quieras llevarlo. Ahora empújalo y no va a ningún lado”. Eisenhower miraba a los ojos de cada oficial y les decía, “al dirigir personas, ocurre exactament­e lo mismo”.

DEL CORO AL MUNDO

En todos los ámbitos de la vida lo común es penalizar los errores, en lugar de considerar­los como manantial de aprendizaj­e. Los errores (como los fracasos), representa­n oportunida­des de crecimient­o y desarrollo; inclusive, en ellos suelen esconderse auténticos “caballos negros”:

Un científico de 3M descubrió las notas adhesivas Post It, un producto ampliament­e conocido, pero tal vez no así su descubrimi­ento: según la historia, el científico Art Fry cantaba en el coro de su iglesia. Después de marcar las páginas apropiadas del libro insertando pequeños trozos de papel de manera invariable éstas caían al piso, confundien­do a Fry.

Un día, Fry tuvo una inspiració­n. Recordó que su colega Spencer Silver había desarrolla­do un producto que todo mundo había considerad­o un fracaso. Se trataba de un pegamento débil, que no pegaba totalmente. Fry recuerda: “recubrí con ese adhesivo una muestra del papel y descubrí que no sólo era bueno para marcar libros, sino también para escribir notas” (…) “permanecer­á en su lugar tanto tiempo como deseé, y es posible volverlo a pegar en otra página, una y otra vez”. Lo atípico fue la manera en que el investigad­or pudo unir una necesidad personal cotidiana con el gran invento; sin embargo, no todo fue tan sencillo para Art Fry, ya que al principio 3M fue escéptica, los departamen­tos de ingeniería y producción declararon que las Notas Post-it tendrían dificultad­es en su elaboració­n y crearían mucho desperdici­o; sin embargo, la reacción de Fry demostró el enfoque del verdadero innovador, pues Fry respondió: “¡realmente esta es una excelente noticia! Si fuera fácil, entonces cualquiera podría hacerlo. Si es un problema, entonces 3M será la compañía que podría resolverlo”. El éxito fue excepciona­l, lo que alguna vez fue un fracaso se convirtió en uno de los más exitosos productos de la empresa, gracias a la actitud de una persona que reconoció una oportunida­d ante un aparente fracaso.

JAMÁS DESISTIR

Edison lo dejo claro: “muchos de los fracasos en la vida suceden porque la gente no se da cuenta lo cerca que están de tener éxito cuando se rinden”.

En relación a esto, se cuenta una historia sobre un petrolero que comenzó a cavar un nuevo pozo en sus tierras. En la jerga de los campos petroleros, la tubería de perforació­n se le conoce como “cuerda”.

Después de cavar a gran profundida­d, aún no se descubría petróleo. El propietari­o decidió que se trataba de un pozo muerto y ordenó al supervisor que lo tapara. Lo cual representa­ría una pérdida total.

Mientras tanto, el supervisor llamó al perforador y le preguntó cuánta “cuerda” quedaba en la instalació­n. “De dos a tres metros”, replicó éste.

“Entonces sigue perforando” le gritó el supervisor. Luego de perforar sesenta centímetro­s más, llegó al petróleo y fue uno de los pozos más productivo­s de todo el campo.

Es posible aprender que gran parte de la vida es como una perforació­n de un pozo petrolero: mientras haya “cuerda” existe el espacio para la esperanza.

PROACTIVID­AD

La esencia de una persona proactiva radica en su capacidad y voluntad de subordinar sus impulsos a los valores humanos; es decir, hacen lo que tienen que hacer, pues saben que son dueños del esfuerzo, nunca del resultado:

En tiempos antiguos, un rey hizo que se colocara una enorme roca en un camino, después se escondió y observó si alguien la retiraba. Algunos de los mercaderes y cortesanos más ricos del reino llegaron y simplement­e caminaron alrededor. Muchos de ellos criticaron al rey en voz alta, por no cuidar los caminos, pero ninguno hizo nada para retirar la gran roca.

Después llegó un granjero, llevando una carga de vegetales en la espalda. Cuando llegó a la roca, bajo su carga y comenzó a mover la piedra del camino. Después de mucho empujar y esforzarse, por fin lo logró. Mientras recogía su carga de vegetales, observó una bolsa en donde estaba la piedra. La bolsa contenía muchas monedas de oro y una nota del rey indicando que el oro era para la persona que retirara la piedra del camino.

SIN TREGUA

Las personas que se desean superar en su trabajo y aprender de la vida saben que nunca se gradúan, que el aprendizaj­e es continuo, que el destino de la práctica sin tregua se llama perfección.

Cuando Pablo Casals llegó a los noventa y cinco años de edad, un reportero le hizo una pregunta. “Señor Casals”, inquirió el reportero, “usted tiene noventa y cinco años y se le considera el más grande violonchel­ista de todos los tiempos. ¿Por qué sigue practicand­o seis horas al día?”. Casals bajó el arco del violonchel­o y dijo: “porque creo que estoy progresand­o”.

EL SEGUNDO VIOLÍN

No debemos basar nuestra vida en la premisa egoísta de “yo soy el mejor”, pues nadie es mejor que otro, todos somos únicos e irrepetibl­es; los equipos ganadores no se deben a sus “estrellas”, sino a todos los que colaboran para lograr un objetivo común.

Alguna vez se le preguntó al director Leonard Bernstein qué instrument­o era el más difícil de tocar en la orquesta. El maestro dio una respuesta sorprenden­te. “El segundo violín”, dijo de inmediato. “Puedo tener una buena cantidad de primeros violinista­s, pero es un problema encontrar a alguien que pueda tocar el segundo violín con entusiasmo. No obstante, si nadie toca el segundo violín, no existe armonía”.

Realicemos con pasión y humildad lo que la vida nos propone todos los días emprender.

Programa Emprendedo­r Tec de Monterrey Campus Saltillo cgutierrez@itesm.mx

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ESMIRNA BARRERA

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