DE TEPITO PARA EL MUNDO ‘LA CUAUTEMIÑA’
CUAUHTÉMOC BLANCO ES GENIO Y FIGURA, CREADOR DE UNA JUGADA LLENA DE PICARDÍA EJECUTABLE EN ESPACIOS CERRADOS
México es sinónimo de picardía y eso aplica también en el futbol. Una jugada en el Mundial de Francia 98 hizo que todos voltearan a ver a nuestro país, principal mente al “Ídolo de Tepito”, Cuauhtémoc Blanco.
“Cuauh” es una de los últimos ídolos del futbol mexicano. Jugó en “el más odiado” (América), sin embargo, al ponerse la verde, la gente olvidaba su pasado y se entregaba en cuerpo y alma a él.
Blanco tenía magia en sus pies, era uno de los futbolistas más hábiles con la pelota en sus pies y si Francia contaba con Zidane en el 98, nosotros teníamos a Cuauhtémoc Blanco.
El primer duelo del Tricolor en el Mundial del 98 fue ante Corea del Sur y a pesar de que en teoría era el rival más sencillo, sorprendió al equipo mexicano al ponerse al frente en el marcador al minuto 28 por conducto de Ha Seok-ju.
México pudo reaccionar hasta la segunda mitad con un gol de Ricardo Peláez y un par más del “Matador” Luis Hernández y se llevó los tres puntos.
Pero la victoria no generó tanta atención de los medios como una jugada que cambiaría el destino de Cuauhtémoc Blanco: la “Cuauthemiña”.
Mientras estaba cubierto por dos rivales y no tenía opción a dónde ir, “El Tiburón Blanco” surcó los aires succionando la pelota con sus pies para pasar entre los dos coreanos que lo vigilaban. Pudo atravesar la muralla roja que tenía enfrente con una técnica milenaria.
No fue la única ocasión que utilizó ese recurso para seguir con la jugada. En el Mundial la vimos un par de veces más y a pesar de que algunos jugadores han intentado copiarla, no ha sido igualada.
La “Cuauhtemiña” se convirtió en patrimonio nacional y desde entonces guarda un lugar especial junto a “La Ola”, el “Chiquitibum” y la “Chilena”.
Blanco recordó la jugada al cumplirse 20 años y no imaginó lo que ocasionó a nivel mundial.
“Fijate que esa la hice en el América, nunca me imaginé hacerla en el Mundial y la verdad me salió bien y a la gente le gustó.
“Fue algo histórico para mi, fue mi primer Mundial, sabía que estaba en los ojos de mi país y que tenía que hacer bien las cosas para obtener buenos resultados, que eso le da alegría a toda la gente de México”, relató Blanco al recordar la Cuautemiña.
No sabemos si veremos más “Cuauhtemiñas” en los siguientes Mundiales o si algún jugador inventará una jugada mágica, pero la del “Cuauh” será difícil de olvidar.