ANTE EL RIDÍCULO, SILENCIO, COMO SI NADA PASARA

Hay una gran confusión en la Femexfut. Guillermo Cantú ya vivió una etapa de fracasos constantes como director de las Selecciones Nacionales, por eso es extraño que no se tomen decisiones contundentes cuando un equipo es eliminado de una primera ronda de Juegos Centroamericanos, la que debe ser una de las competencias con menor nivel competitivo en el mundo.

Insisto en que hay confusión, porque se habla de proyectos a futuro y los futbolistas que deberían estar protegidos, preparándolos a conciencia, parecen olvidados. En el futbol mexicano sólo se habla y apoya a la Selección mayor, la que hoy no tiene entrenador. Hay más preocupación del directivo por retener a Juan Carlos Osorio que por fortalecer las bases, apoyarlas aunque sea con su presencia en Barranquilla, donde una selección con límite de edad hizo el ridículo perdiendo con El Salvador y Venezuela, empatando con Haití. Un fracaso de los niveles que ya conoce Cantú, por su etapa anterior como directivo.

En su primer periodo, del 9 de diciembre de 2004 al 13 de marzo de 2009, las selecciones Sub 17 y Sub 20 no clasificaron a la Copa del Mundo de la categoría, así como el “papelón” de Carson, California, donde quedaron eliminados del Preolímpico a Beijing bajo el mando de Hugo Sánchez. Parece que la especialidad de la casa no son las selecciones menores. Aquella vez Cantú declaró: “todos los resultados son mi responsabilidad, el caso de la Sub 20 no es la excepción, soy el responsable y como tal sé que me tengo que ir”. Hoy nadie habla.

El golpe anímico es durísimo para una generación que debe ir a ganar la medalla de oro a los Panamericanos de Lima 2019 y a competir contra los mejores en los Olímpicos de Tokio 2020. Y no se ve una estructura para este equipo como para pensar en que se tendrá un buen resultado y no ocurrirá lo de otros momentos, como cuando quedaron fuera de Sidney 2000 y Beijing 2008. Todavía están a tiempo de trabajar y evitar otro ridículo.

Lo peor es que se escudan en que hubo equipos que no prestaron a sus jugadores, quienes fueron base en el torneo de Esperanzas de Toulon (que tampoco ganaron, por cierto). Claro que hubo mala planeación y es de preocupar lo que sucede con esta selección.

Y esto sí que es urgente, si retomamos las palabras del propio Cantú. Se necesita volver a estructurar a las selecciones con límite de edad y planificar todos los movimientos de estos equipos. No es algo que no se haya hecho antes, por eso sorprende que lo descuidaran hasta llegar a este fracaso.