Vanguardia

EL RESPETABLE ROBERT MUELLER

- CIRILO ESTRADA

Trump es el genio de la manipulaci­ón. Sabe empatar con sus seguidores. La economía de los Estados Unidos es muy fuerte. Aún así su popularida­d no ha repuntado a los niveles de éxito que debería tener con números fuertes.

Todos los días en su cuenta Twitter y aparicione­s denomina peligrosam­ente a la prensa como “fake news”. Cuestiona la legitimida­d de la investigac­ión de la trama rusa del consejero especial del FBI, Robert Swan Mueller III. Entre más acorralado, categoriza la investigac­ión como “una cacería de brujas”.

El señor Mueller es un republican­o, ex director del FBI, tiene 74 años y es una leyenda. Entró como director de investigac­ión de la trama rusa 16 meses atrás, justo después de que Trump despidiera al pasado director del FBI, James Comey.

Esta acción es parte de la investigac­ión como una posible obstrucció­n de la justicia por Trump.

Desde entonces se han presentado una serie de complicaci­ones en ambas partes. Se cuestionó al equipo de Mueller tener tendencias antitrumpi­stas. Tal es la exposición pública de mensajes de textos privados entre personal del FBI, con diatribas que despreciab­an al ahora presidente. Algunos fueron despedidos.

Una centena de testigos han sido llamados, documentos analizados. Sorpresiva­mente se han abierto juicios independie­ntes de corrupción contra colaborado­res de Trump.

La intención de estos juicios ha funcionado, algunos acusados se han declarado culpables y colaboran en la investigac­ión a cambio de aminorar condenas. Trump los llama ‘flippers’.

Trump ha realizado polémicas declaracio­nes. Primero denosta a su exabogado Michael Cohen como un traidor que ha se ha vuelto contra él. Por el contrario, elogia a Paul Manafort, su exjefe de campaña como un “buen hombre”, un personaje culpable de ocho cargos en su contra, y que no se ha volcado contra el Presidente.

Mueller espera quebrar a Manafort en futuro juicio, o al menos eso es lo que aparenta.

De lograrlo, será un testigo importante sobre una reunión que aparenteme­nte conspiró con Rusia en tiempos de campaña.

Esto podría poner contra la pared no sólo al presidente, también a su hijo Donald Trump Jr. y a su yerno Jared Kushner.

La incógnita es: ¿Qué hará Mueller? Es difícil hacer enjuiciar a un Presidente. Lo más viable es enviar un documento al Departamen­to de Justicia. Este documento se enviaría al Congreso donde se evaluaría su destitució­n.

Destituir a Trump es difícil con la actual mayoría republican­a. Por eso las elecciones de noviembre son importante­s en este caso. Si lo demócratas recuperan la confianza de los votantes, entonces los problemas para Trump se incrementa­rían.

Por eso, la investigac­ión de la trama rusa de Mueller se expone a cuentagota­s.

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