Ojalá hubiera sido senador mexicano
Jeff Flake, senador republicano por Arizona, anunció en el pleno del Senado que no se presentará a la reelección en 2018. Tengo hijos y nietos… remató con un discurso en el que dijo: “Señor Presidente, hoy me alzo para decir: basta” –a sabiendas que puede ser el fin de su carrera política añadió–: “La permanencia sostenida en el puesto no es la razón para presentarse a un cargo. Y hay momentos en que debemos arriesgar nuestras carreras para defender nuestros principios”. “Lamento el estado de nuestra desunión, lamento el carácter destructivo de nuestra política, la indecencia de nuestro discurso, la vulgaridad de nuestro liderazgo, lamento que se ceda en nuestra autoridad moral”. También denunció: “nuestra complicidad en este alarmante y peligroso estado de cosas”, en referencia al Partido Republicano. ¡Ese es un hombre. Un hombre íntegro en verdad! En cambio aquí, en nuestro México, la legislatura 63 (sin H ni mayúscula) dijo sí a todo como “chico@ fácil”, llevándose entre las patas los intereses de los mexicanos.
EPN arropó en a total impunidad a sus amigos –cómplices– personales, traidores a la patria y saqueadores todos ellos. Encabeza la lista el “señor socavón”; Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes. Me explico:
Para surtir al Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México de 60 millones de metros cúbicos en materiales para secar 12 mil 500 hectáreas del subsuelo húmedo del Lago de Texcoco, surgió la fiebre minera a tajo abierto donde se extraen basalto, arena de río, tezontle y tepetate. Esto ya ha afectado a Teotihuacán –no en el área arqueológica que visitan 4.1 millones de turistas–. Pero desde la Calzada de los Muertos, la larga avenida que lleva a la Pirámide de la Luna, puede verse que una gran mina a cielo abierto ha desgastado el cerro Patlachique, al sur de la Pirámide del Sol y la Ciudadela, afirma Rafael de Antuñano, un antropólogo social y arqueólogo.
“Es inadmisible decir que no hay daño alguno por las minas. Ignorancia o dolo entender que Teotihuacán contempla únicamente a los turistas. Para entender lo que ha modificado la actividad extractiva de basalto y tezontle, hay que comprender lo que es una pirámide. Estas grandes construcciones no fueron impulsos arquitectónicos de una civilización antigua, sino que fueron una motivación humana por imitar la naturaleza sagrada”.
Bernardino de Sahagún fue uno de los primeros en explicar la importancia de los adoratorios al Sol y a la Luna. Allí se establecieron los sumos sacerdotes. Una pirámide es como un cerro, sólo que hecha a mano. Por ahí hay agujeros donde sacaron las piedras con que hicieron las pirámides. El misionero franciscano escribió los Códices Matritenses, sus viejos informantes nahuas oyeron los relatos de antiguos pobladores que llegaron de la cuenca del río Pánuco a poblar la ciudad; llegaron a 200 mil habitantes.
Antuño y la arqueóloga Daniela López concuerdan en afirmar que las montañas para los mesoamericanos eran entidades vivas; el vehículo comunicante de los cuatro niveles: el cosmos, el subterráneo o inframundo, el terrestre y el celeste. Destruir esos cerros es acabar con una parte de la ciudad de los dioses. Si aumenta la destrucción del Patlachique, desaparecerá la inspiración de los teotihuacanos. La Pirámide del Sol empata perfectamente con las formas del cerro que está a varios kilómetros del centro ceremonial (declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987).
La legislación 63 cabe en cuatro clasificaciones probables: chayoteros, cómplices, ignorantes o eunucos. Enrique Peña Nieto: mantenga en su memora al pueblo empobrecido, pero de pie, con la frente en alto. Oramos en silencio: Padre perdónalos, porque sí sabían lo que hicieron todo el sexenio 2012-2018, que pasará a la Historia como la Era más oscura del gobierno más infame de México.
¡Decídete a ser feliz hoy!