‘ATORONES’ VIALES POR TRANSPORTE DE PERSONAL
Problema se suma a la mala planeación de vialidades y al aumento del padrón vehicular
La falta de cultura vial, el crecimiento de un 20 por ciento del padrón vehicular en los últimos 3 años, y la mala planeación de los puentes, así como también el incremento de autobuses de traslado de personal a las empresas, están provocando “atorones” en las vías rápidas de Saltillo.
En tan solo 3 años, 2015, 2016 y 2017, el padrón de automóviles en la Región Sureste creció un 20 por ciento, de acuerdo con la Administración Fiscal General.
Actualmente están registrados en la ciudad 319 mil autos particulares, sin contar el trasporte de personal, y el transporte público, en tanto que la Región Sureste: Saltillo, Arteaga, Ramos Arizpe y General Cepeda, conforman un padrón de autos de 386 mil registrados.
En “hora pico” las principales intersecciones de las vías rápidas de Saltillo y sus puentes se colapsan por la enorme cantidad de autos particulares, por el “agandalle” para entrar a la fila y por el alto número de transporte de servicio especializado de personal.
EL ORIENTE CONGESTIONADO
La mayor parte del servicio de transporte de personal va de Ramos Arizpe a las colonias del oriente y sur de Saltillo, en donde existe mayor densidad poblacional, eso provoca que al ingresar a las vías rápidas como el bulevar Venustiano Carranza, bulevar Nazario S. Ortiz Garza y periférico Luis Echevarría, saturen el flujo y provocan embotellamientos.
En la intersección del bulevar Venustiano Carranza con el Nazario S. Ortiz Garza, en el flujo de norte a sur, la rampa para tomar Nazario se ha vuelto peligrosa por la cantidad de autos que circula a la hora pico.
La mayor parte del transporte de personal que sale de la industria de Ramos Arizpe enfila rumbo al bulevar Venustiano Carranza e intenta tomar el bulevar Nazario Ortiz Garza para ir rumbo al oriente y sur de Saltillo, provocando filas sobre los puentes de los bulevares Pedro Figueroa y Luis Donaldo Colosio, en donde constantemente existen accidentes.
ATORONES POR TODOS LADOS
Siguiendo por la misma ruta de la llamada vía rápida, un nuevo “atorón” se puede encontrar en la intersección de bulevar Nazario Ortiz Garza y Periférico Luis Echeverría.
Ahí se han hecho todo tipo de esfuerzos, incluso un ciudadano pegó un cartel en donde llamaba abusivos a quienes se meten a la fila para tomar un paso inferior y dirigirse al Periférico rumbo al sur de Saltillo.
Las filas de autos se extienden sobre los puentes de bulevar José Musa y Lafragua y pueden llegar hasta los puentes que están sobre Abasolo y bulevar Rufino Tamayo.
Incluso debajo de esos puentes también el tráfico es pesado por quienes optan por los carriles de baja velocidad paralelos a Nazario Ortiz y provocan embotellamientos principalmente en la intersección de Nazario Ortiz, Musa de León y Lafragua.
Otro punto crítico se vive al norponiente de la ciudad en la intersección del Periférico Luis Echeverría con Isidro López y el inicio del puente sobre las vías del ferrocarril y el bulevar Vito Alessio Robles.
Los automovilistas que van de oriente a poniente sobre el Periférico LEA llegan a la intersección con Isidro López en cuatro carriles, sin embargo, al avanzar hacia el poniente rumbo a colonias como Las Torres, Saltillo 2000, Satélite, Roma, entre otras, se topan con que el puente que libra las vías de ferrocarril y el bulevar Vito Alessio es solo de dos carriles.
De manera general las intersecciones de las vías rápidas —de norte a sur y de poniente a oriente— creadas hace dos sexenios fueron planeadas para un flujo menor de automóviles y transporte de personal.
En estas vías está prohibido el transporte pesado sobre los puentes y el transporte público circula por laterales, sin embargo, el transporte de personal se convierte en el problema porque los choferes ingresan de manera indebida en las filas de las rampas y deprimidos para tomar otra vialidad.
Todo lo anterior, sin sumar los “focos rojos” que se crean a la hora de salida de las escuelas.