Vanguardia

LA INFLACIÓN LO CAMBIA TODO

La Economía puede cambiar tu conducta sexual (como ya ocurre en Venezuela), incluso puede meterse en lo más profundo de tu vida privada.

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La Economía puede parecer algo alejado de la vida cotidiana... pero tarde o temprano la inflación nos da una cachetada que impide que permanezca­mos ajenos a lo que sucede a nuestro alrededor. Por ejemplo, cuando te compras una empanada en una cafetería, en vez de comerte algo preparado en casa por ti mismo.

Pero ¿qué tiene que ver la inflación o la Economía con la vida sexual?

“Que estamos pasando por una crisis económica que ha provocado escasez de muchas cosas”, señala desde Venezuela la periodista Mariana Zúñiga.

“Y eso incluye los condones y otros tipos de anticoncep­tivos. Se pueden encontrar en algunos lugares pero son muy caros”, explica Zúñiga.

Aquí haremos un paréntesis para decir lo que todos sabemos: que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, presentó un plan económico para su país, que incluye una nueva moneda.

¿En qué consiste el plan de Nicolás Maduro contra la hiperinfla­ción y qué opinan los opositores?

“Ayer fui a una tienda en la que tenían varias cajas de preservati­vos; costaban más de 1 millón de bolívares, y nuestro salario mínimo es de 3 millones de bolívares”, nos contó la periodista unos días antes del anuncio del Presidente de crear una nueva moneda.

CAMBIO DE ESTRATEGIA

Con el plan que Maduro puso en marcha, el antiguo salario mínimo de 3 millones fue multiplica­do por 60, de manera que ahora equivaldrí­a a 180 millones de ‘bolívares fuertes’.

Y las autoridade­s también introdujer­on una nueva moneda, el ‘bolívar soberano’, que le quitó cinco ceros al viejo ‘bolívar fuerte’.

Pero el caso es que si un paquete de condones te cuesta casi dos semanas de sueldo, te ves obligado a cambiar la manera en la que practicas tu vida sexual.

¿Qué hacemos?¿tener menos relaciones sexuales o dedicarnos a la abstención sexual?

“¡No, no!... Yo no creo que la gente esté teniendo menos relaciones sexuales ni escogiendo la abstención como método anticoncep­tivo”, asegura la periodista venezolana.

“En Venezuela la gente está usando métodos antiguos para evitar embarazos, como el coitus interruptu­s o el ‘método del ritmo’, que consiste en contar los días del ciclo menstrual para calcular cuándo estás ovulando”, explica Zúñiga.

Sin embargo, estos remedios al problema, suscitan otros males…

LA ESTERILIZA­CIÒN

“Muchos en el sector médico han señalado que los índices, tanto de embarazos no deseados, como los casos de enfermedad­es venéreas y el contagio de VIH han aumentado desde que empezó la crisis”.

Y debido al aumento en el costo de las píldoras anticoncep­tivas, también ha habido un aumento en las mujeres que toman medidas permanente­s para evitar quedar embarazada­s. Y hay jóvenes desesperad­as que están tomando medidas drásticas.de hecho, algunas han elegido ser esteriliza­das.

Mariana Zúñiga habló con el director de una clínica en Caracas en la que el año pasado esteriliza­ron a 400 mujeres, y le dijeron que este año llegaron a 400 apenas en mayo, por lo que esperan que los números al menos se dupliquen antes del final de año.

“Antes, las mujeres que escogían esteriliza­rse en Venezuela tenían más de 30 años y más de tres hijos”, señala Zuñiga. “Pero ahora hay mujeres de entre 19 y 24 años que buscan esteriliza­rse porque no pueden mantener más hijos, porque ya no encuentran anticoncep­tivos en el mercado, o porque estos son muy caros”, relata Zúñiga.

ABC DEL PROBLEMA

Venezuela es un ejemplo extremo, pero ilustra cómo la inflación, un término familiar pero a veces abstracto, puede cambiar nuestra forma de actuar.

Pero Venezuela ha estado padeciendo no de inflación sino de hiperinfla­ción.

“Hay una variedad de causas diferentes que han llevado a esta situación”, señala Rajiv Prabhakar, economista de la Open University del Reino Unido.

“En el sistema de colas, por ejemplo, si tienes 10 cosas para vender y hay una cola de 100 personas que quieren esas 10 cosas, entonces como vendedor puedes aumentar el precio”, dice Prabhakar.

“Digamos que lo aumentas un poco, entonces tal vez 10 de esas personas abandonen la cola, pero todavía tienes 90 que quieren comprar esos 10 bienes.

“Aumentas tu precio nuevamente y tal vez otras 10 personas se van.

“Lo que sucede es que el vendedor sigue aumentando sus precios hasta que eventualme­nte queden sólo 10 compradore­s que quieran y puedan pagar lo que estás cobrando por los bienes”.

En ese caso, lo que hubo fue exceso de demanda.

La famosa ‘Ley de la Oferta y la Demanda’, principio básico de una economía de mercado.

LAS OTRAS VARIABLES

“Hay otros casos en que a veces el costo real del bien aumenta por diversas razones, tal vez porque los salarios han aumentado. Por lo tanto, si eres un vendedor, quizá puedas absorber algunos de esos costos elevados, pero en algún momento, para recuperarl­os, aumentarás los precios”.

Así, la presión que lleva a la inflación no proviene tanto de la demanda, sino del vendedor, que al enfrentar costos más altos, se los pasa al consumidor.

Sin embargo, en Venezuela suceden cosas inesperada­s; y algunos economista­s dicen que parte del problema es que hay demasiado dinero en el sistema.

“Entonces tienes una situación en la que si un gobierno imprime mucho dinero y hay mucho en circulació­n, la gente puede subir los precios”, explica el economista.

Si hay demasiado dinero circulando, puede parecer que vale menos que el papel en el que se imprime.

Entonces, si todos tenemos más dinero para gastar, éste comienza a perder su valor: el panadero, por ejemplo, puede sentir que le estás pagando my poco por su pan, que ha conservado su valor, así le estés entregando la misma cantidad de dinero que hace unos días.

Eso también hace subir los precios.

SUENA BÁSICO PERO NECESARIO

Así que la inflación puede ocurrir cuando hay mucho dinero circulando, pues lo desvaloriz­a; como cuando los precios de bienes como el trigo aumentan y los panaderos le pasan el costo a los consumidor­es.

O puede ser algo tan básico como un desequilib­rio entre la oferta y la demanda: si no hay suficiente­s bienes, como condones, para todos, los precios suben a niveles inalcanzab­les para la mayoría.

La Economía que tan a menudo puede parecer un quehacer del que se ocupan otros, se filtra en todos los aspectos de nuestras vidas y, si descuidamo­s lo que sucede a nuestro alrededor, puede llegar a inmiscuirs­e en espacios en los que no queremos invitados, como en las relaciones sexuales.

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