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MI CIUDAD ENTRE LA INMUNDICIA HABITAN 100 FAMILIAS

Por ser un predio irregular, la colonia carece de servicios como transporte, pavimento y drenaje ENTÉRESE > > > >

- VANGUARDIA MX PRISCILA CHAVARRÍA #MARGINACIÓ­N PRISCILA CHAVARRÍA #TEJABANES NADIA BETANCOURT #DESPILFARR­O

Son 5 cuadras y más de 100 familias las que conforman Nueva Esperanza, una colonia en la que el agua de lluvia deja al descubiert­o las deficienci­as que aquejan a los vecinos, como el pavimento y un sistema de drenaje.

En la colonia Nueva Esperanza la tierra es lo que predomina y en tiempo de lluvias los vecinos caminan entre lodo. En el lugar existen montañas de escombro que rodean a las casas hechas de madera con techos de láminas recubierta­s con viejas lonas de la campaña política pasada, con lo que las familias evitan que el agua ingrese a las casas y moje sus pocas pertenenci­as.

“La gente dice que no es ‘paracaidis­ta’, más bien dicho; se posesionar­on del lugar, donde sí hay agua y electricid­ad, pero para ir al baño recurren a letrinas porque el drenaje no existe.

“Salieron muchos vividores a reclamar la tierra”, relata Arturo González, quien dice no ser vecino de la colonia, pertenece al templo cristiano que hace algún tiempo levantaron en el sector y al que acude gran parte de los colonos de la Nueva Esperanza.

‘NO SOMOS PARACAIDIS­TAS’ Es en dicha iglesia en donde Dora Arredondo y José Abel Gaona difunden la Palabra de Dios desde su papel de pastores. Por más de 13 años han vivido en la colonia en donde dicen, fueron estafados por un supuesto dueño del predio que por varios meses les cobró mil pesos mensuales, vendiéndol­es la falsa idea de que se encontraba­n pagando un terreno que a futuro se convertirí­a en su patrimonio.

“Tenemos 13 años batallando porque mucha gente dice que somos ‘paracaidis­tas’, pero no lo somos, nosotros fuimos estafados, venimos a comprar un terreno y estábamos pagando por mes y después salió que esa persona no era el dueña, que nos estafó y se fue, entonces nosotros decidimos quedarnos y buscar al dueño”, compartió Dora.

Por ser el predio irregular, no cuentan con servicios básicos como el drenaje, por lo que muchos han optado por construir fosas sépticas en sus casas, otros simplement­e hacen sus necesidade­s en el arroyo.

Ahí sí hay electricid­ad; “los de la luz nos han apoyado a colgarnos, ellos mismos nos la han conectado; el agua tenemos un recibo comunitari­o por el que pagamos 70 pesos cada familia, finalizan Dora y José.

Según las primeras investigac­iones, NUEVA ESPERANZA... VIEJAS CARENCIAS los ancianos no alcanzaron a cruzar, solo su hija logró ponerse a salvo en el camellón central; fue el acompañant­e del responsabl­e el que llamó al número de emergencia­s 9-1-1, arribando paramédico­s de Bomberos.

Los socorrista­s revisaron a las Viven 100 familias en Carecen de drenaje y personas en el piso y se atendió a Francisca, quien tenía signos de vida y podía ser ayudada, pero Margarito había muerto en el sitio.

Francisca fue llevada a las instalacio­nes de la Clínica Dos del IMSS, donde lamentable­mente perdió la vida horas después de haber ingresado, pues las lesiones recibidas eran muy delicadas. SABINAS, COAH.- Por excederse en gastos, los que hacía sin ningún control, un Tribunal decidió que el alcalde de Sabinas, Cuauhtémoc Rodríguez, no maneje el presupuest­o municipal que asciende a 260 millones de pesos.

Fueron los regidores de la fracción de UDC y PAN quienes en sesión de Cabildo votaron a favor de que el Alcalde realizara obras sin licitación, manejo de la chequera a discreción, pagos y servicios, así como entregar apoyos económicos a asociacion­es, sin consultar al cuerpo edilicio.

Fue la fracción priista del Cabildo la que promovió un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia del Estado para bloquear esta acción, la cual fue concedida el 17 de septiembre.

Los priístas (minoría en el Cabildo) buscarán, asimismo, cancelar el punto que se aprobó por mayoría para pagar el 50 por ciento de la nómina del equipo de beisbol de la Liga del Norte llamado “Piratas de Sabinas”, la cual asciende a 100 mil pesos semanales, ya que el ex alcalde Lenin Flores es uno de los dueños.

 ??  ?? Don Bernardino Martínez, de 80 años de edad, es uno de los habitantes de la colonia Nueva Esperanza. A lo largo de 50 años fue construyen­do junto con su esposa, quien falleció hace un año víctima del cáncer de colón, el tejabán que ahora se observa en medio del arroyo y en el que vive solo, sin cama y con una estufa.Las lonas apiladas una encima de la otra, tablas, blocks, láminas, y algunas pertenenci­as que su esposa recolectó en vida y que ahora le sirven como recuerdo de los que no piensa deshacerse, apenas dejan ver la entrada de la casa por donde sale don Bernardino a paso lento y cuidadoso, sosteniénd­ose de cada cosa para no caerse y no lastimarse la llaga que con los días le ha crecido en el tobillo de uno de sus pies.“Mi esposa falleció hace un año; yo aquí me la paso tranquilo, pero le voy a decir otra cosa que no sé si sea la experienci­a, pero que tenemos ratos de alegría, ratos de mucha tristeza, ratos de ganas de gritar, ratos de ganas de llorar, de ganas de todo, yo creo que la vida es así y así la paso aquí, encomendán­dome a que Dios me ayude”, comparte don Bernardino.Antes de que su esposa falleciera, el hombre salía a las calles de la ciudad a recolectar desperdici­os o hacer cualquier tipo de trabajo para llevar el sustento Carencias. El pavimento no existe; en tiempo de lluvia los vecinos caminan entre el lodo. Clamor. Don Benjamín pide una cama dónde dormir.a su hogar, sin embargo, tras la pérdida que sufrió, decidió quedarse en el pequeño tejaban del que sale en ratos cuando alguna vecina lo invita a comer o para ir al templo cristiano.Con 80 años, con un padecimien­to que le afectó la próstata y con la dificultad para moverse que dan los años, don Bernardino pide ayuda a la comunidad para costear su medicament­o y tener una cama en dónde dormir. Inhumano. Las casas apenas se pueden ver entre el escombro.Nueva Esperanza se ubica al oriente de la ciudad, casi en el periférico y el bulevar Otilio González.el lugar.pavimento.Realizan sus necesidade­s fisiológic­as en el arroyo o en fosas sépticas (letrinas).Abandono. En la colonia Nueva Esperanza abundan las montañas de escombro, las casas de lámina y madera y la marginació­n.
Don Bernardino Martínez, de 80 años de edad, es uno de los habitantes de la colonia Nueva Esperanza. A lo largo de 50 años fue construyen­do junto con su esposa, quien falleció hace un año víctima del cáncer de colón, el tejabán que ahora se observa en medio del arroyo y en el que vive solo, sin cama y con una estufa.Las lonas apiladas una encima de la otra, tablas, blocks, láminas, y algunas pertenenci­as que su esposa recolectó en vida y que ahora le sirven como recuerdo de los que no piensa deshacerse, apenas dejan ver la entrada de la casa por donde sale don Bernardino a paso lento y cuidadoso, sosteniénd­ose de cada cosa para no caerse y no lastimarse la llaga que con los días le ha crecido en el tobillo de uno de sus pies.“Mi esposa falleció hace un año; yo aquí me la paso tranquilo, pero le voy a decir otra cosa que no sé si sea la experienci­a, pero que tenemos ratos de alegría, ratos de mucha tristeza, ratos de ganas de gritar, ratos de ganas de llorar, de ganas de todo, yo creo que la vida es así y así la paso aquí, encomendán­dome a que Dios me ayude”, comparte don Bernardino.Antes de que su esposa falleciera, el hombre salía a las calles de la ciudad a recolectar desperdici­os o hacer cualquier tipo de trabajo para llevar el sustento Carencias. El pavimento no existe; en tiempo de lluvia los vecinos caminan entre el lodo. Clamor. Don Benjamín pide una cama dónde dormir.a su hogar, sin embargo, tras la pérdida que sufrió, decidió quedarse en el pequeño tejaban del que sale en ratos cuando alguna vecina lo invita a comer o para ir al templo cristiano.Con 80 años, con un padecimien­to que le afectó la próstata y con la dificultad para moverse que dan los años, don Bernardino pide ayuda a la comunidad para costear su medicament­o y tener una cama en dónde dormir. Inhumano. Las casas apenas se pueden ver entre el escombro.Nueva Esperanza se ubica al oriente de la ciudad, casi en el periférico y el bulevar Otilio González.el lugar.pavimento.Realizan sus necesidade­s fisiológic­as en el arroyo o en fosas sépticas (letrinas).Abandono. En la colonia Nueva Esperanza abundan las montañas de escombro, las casas de lámina y madera y la marginació­n.

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