Diario de un nihilista
No se olvida Ambos –Scherer, Echeverría– le dieron golpe de Estado a Díaz Ordaz; hasta el día de hoy esto se ha ocultado.
Días de otoño Samuel cayó hacia sí mismo a pocos días del otoño; así pues, el moreirismo ya no tendrá otro retoño.
Fusible “Por Mientras” era su apodo, pues no duraba en los cargos: a medias le entendía a todo, pero nunca en lapsos largos.
Allá en Landín En la calle de Pinzón se desbordó –Cristo vive– el arroyo: que no esquive su culpa esa asociación.
LC ¿Un #Metoo en la UADEC y no propiamente gay? –yo le sé a esto, le sé–: debe haberlo, si no lo hay.
Narco partido ¿Cártel de gobernadores quiere secuestrar al PAN? Maderito y Corral van a entregarlo a esos señores. Arriba Kazajastán Que ese triunfo sobre el hielo se apunte. Pelea del siglo: Golovkin, como un vestiglo desarticuló al Canelo.
El carro no tiene culpa Si el Papa viaja en Ferrari, puede hacerlo Torres Charles: quién pudiera a ambos echarles tierra en el mismo Cimari.
Virus del amor Gomita enciende las redes, esto ya no es novedad. ¿Dónde quedó Margarita? ¿Se la oirá en Navidad?
Olvidarlo de una vez Ese macro simulacro no inauguró la democracia: Tlatelolco: pura acracia en el plano micro y macro.
Bacantes de barrio Cantan las oligofrénicas hasta que en la madrugada –escénicas y frenéticas– la luz del sol las degrada.
50 años de retraso Vive Rascón –Ternurita– en tiempos de Díaz Ordaz. Ni poniéndose hasta atrás ese fantasma se quita.