López Tarso, Navarro y la Luz de Plata
Luego de la noticia de la representación por México de la película “Roma”, de Alfonso Cuarón, en los premios Oscar y Goya la nota relacionada al cine nacional se la llevó la Luz de Plata.
Este premio se entregó por primera vez el pasado jueves 20 de septiembre por parte del gobierno saliente del aún presidente Enrique Peña Nieto a instancias según él mismo lo declaró de su esposa, la ex actriz Angélica Rivera, por supuestamente “su sensibilidad artística” para con quienes han dejado un legado importante en el Séptimo Arte nacional … cuando lo irónico del caso es que la señora Rivera la única película que realizó durante su carrera como actriz fue en una producción justificadamente de Televicine que fue una comedia de muy cuestionable calidad titulada “¡Aquí espaantan”, de Joaquín Bissner (de la próxima a estrenarse “Te juro que yo no fui”) y que no salvaron ni la presencia de primeros actores como Rafael Inclán y Patricia Reyes Spíndola.
Los galardonados en esta primera edición fueron el primer actor de 93 años de edad Ignacio López Tarso y la productora Bertha Navarro, el primero uno de los histriones aún en activo sobrevivientes de la Época de Oro de nuestro cine y protagonista de la primera película mexicana en haber sido nominada al Oscar a la Mejor Película Extranjera en la historia de la estatuilla que fue “Macario”, de Roberto Gavaldón, en 1960, y la segunda productora que comenzó a destacar en la transgresora década de los 70 como realizadora independiente primero al lado de su entonces también esposo Paul Leduc en cintas como “Reed, México Insurgente”, de 1972, y quien posteriormente se ha comprometido a apoyar a talentos emergentes como el de Guillermo del Toro en filmes como “El Laberinto del Fauno”, del 2006.
Lo que dio nota fue sobre todo lo declarado por López Tarso desviviéndose por elogiar lo que en resumidas cuentas destacó que … “deja un país con un amplio camino, muy largo, muy claro, muy luminoso, con sus reformas estructurales, con sus reformas constitucionales … “habiendo olvidado por la distinción que a éxitos internacionales como la mencionada “Macario” en su propio país su trabajo en cintas de denuncia o temas espinosos para su momento como “La Sombra del Caudillo” (Julio Bracho, 1960) o “La Rosa Blanca” (Roberto Gavaldón, 1961) fueron afectadas no sólo con la censura sino con el su ocultamiento de la exhibición pública por décadas … siendo el caso más agravante el de “La Sombra del Caudillo” que su director, Julio Bracho, no pudo ver salir a la luz como lo deseaba.
A “La Rosa Blanca” le benefició que el gobierno también priista de Luis Echeverría la inclinación populista que traía y que podría abrazar sin problemas el tema hasta entonces tabú de la expropiación petrolera de “La Rosa Blanca” por lo que a diferencia de “La Sombra del Caudillo”, que vio la luz hasta 1990, sólo tardó una década para exhibirse en 1971 y darle en automático (diez años después de haberla realizado) el Ariel al Mejor Actor a Ignacio López Tarso de aquel año, distinción que aquel entonces no impidió que el actor siguiera participando en proyectos posteriores que denunciaban maniobras del régimen en cuestión como “Renuncia por motivos de salud” (Rafael Baledón, 1976), al lado de la primera actriz Carmen Montejo, entre otras.
Contrastando totalmente con los elogios de Don Ignacio, Bertha Navarro, cuyo más reciente producción es el largometraje documental “Ayotzinapa: El paso de la tortuga”, si bien agradeció el reconocimiento no dejó reconocer antes que nada a los protagonistas de las historias reales que retrata.