DEL DICHO AL HECHO HAY GRAN TRECHO
Discuten don Quijote y el Duque con Sancho Panza sobre el tema de la cacería. Los dos primeros opinan a favor de esa práctica y Sancho se manifiesta en contra. El Duque afirma que “la caza de monte es el más conveniente y necesario (ejercicio) para los reyes y príncipes que otro alguno” porque hay en ella estratagemas, astucia y varias otras cosas más, todas positivas; y puesto que Sancho será gobernador de una ínsula, deberá cambiar de opinión y ocuparse de la caza cuando lo sea.
Sancho responde que sin necesidad de ese tipo de pasatiempos propio de holgazanes, será un buen gobernador, lo cual reitera de distintas maneras. El Duque comenta entonces:
“- Plega a Dios, Sancho, que así sea, porque DEL DICHO AL HECHO HAY GRAN TRECHO”.
Con la anterior expresión el Duque dice a Sancho que confía que en efecto sea un buen gobernador como ofrece, porque frecuentemente una cosa es la que se dice y otra diferente la que se hace.
Este refrán, que en México es muy conocido, Sancho se lo dice a su vez a don Quijote en el capítulo 64, también de la segunda parte de la novela. El refrán tuvo su antecedente en el italiano que reza: “Del dito al fato hay gran rato”. Y equivale a otro español que dice: “Si el hacer como el decir fuera, ¿quién no hiciera?”