Vanguardia

‘Quería viajar por el mundo, pero estoy en el plantón’

Dice doña Mary Carmen, quien padece de leucemia y requiere urgentemen­te de medicament­o

- ARMANDO RÍOS

Quería estudiar clases de panadería, además soy abogada y pensaba en seguir estudiando derecho penal. Mi meta era hacer un despacho; quería perderme en la sierra si podía”. María del Carmen Bustos.

Gracias a Dios yo no estoy enfermo de gravedad, han sido enfermedad­es leves, pero lucharemos por nuestros derechos; desde antes de mi jubilación las cosas ya no andaban bien”. Isaías Hernández.

La escasez de medicament­os, los cobros excesivos, la falta de servicios y la incertidum­bre sobre el futuro de su salud, obligaron a los maestros jubilados y pensionado­s del magisterio a salir una vez más para protestar en las calles de la capital de Coahuila.

“Cuando aviso que vengo a protestar, mis nietos preocupado­s me dicen: “Con cuidado, güelo”, dijo Isaías Hernández, de 69 años en el vestíbulo del Congreso del Estado, antes de que sus compañeros del plantón que habían iniciado en la mañana de este martes, fueran desalojado­s por un grupo de 100 policías y ministeria­les al filo de la media noche.

Los perfiles de los manifestan­tes (en su mayoría de la tercera edad) son parecidos. La queja va contra las promesas legislativ­as a las leyes del Servicio Médico en el Estado que garanticen, por ejemplo, no volver a pagar una cuota del 3 por ciento para tener tratamient­o digno y medicament­o a cambio.

“Más de 35 años de pagos fueron suficiente­s”, dicen los maestros, mientras que en la Auditoría Superior del Estado de Coahuila reporta que las irregulari­dades financiera­s han prevalecid­o a través de los años en las cuentas públicas de institucio­nes como la Dipetre por hasta por mil 500 millones de pesos, según observacio­nes de 2016.

Después de más de 30 años de servicio en la docencia en educación especial y otros cargos administra­tivos dentro de la Secretaría de Educación Pública, al filo de las 22:30 horase, en las butacas de la Sala de Sesiones del Congreso del Estado, María del Carmen Bustos recuerda que cuando inició su carrera, pensaba que después de jubilarse a sus 60 años, tendría la oportunida­d de aprender fotografía y viajar; invertir el tiempo en la familia.

“También quería estudiar clases de panadería, además soy abogada y pensaba en seguir estudiando derecho penal. Mi meta era hacer un despacho; quería perderme en la sierra si podía. Aunque por salud no hubiera podido hacer más cosas, yo todavía me siento con ganas de salir adelante, es mi derecho”, dice Maricarmen, diagnostic­ada con leucemia desde 2013.

Sus 8 g/dl de hemoglobin­a no lograron que desistiera de su asistencia al plantón con sus compañeros de la Coalición de Trabajador­es de la Educación de Coahuila. Dejó en casa a su hijo y a su esposo, diciendo: “¿Cómo puedes quedarte en casa cuando estás consciente de lo que es justo? Nos vamos a morir en nuestras casas sin que pase nada, son abusivos como han sido en los últimos dos sexenios”, expresa.

LE DONAN MEDICAMENT­OS... ¡DE MUETOS! En su experienci­a, Maricarmen dice que ha sido atendida por excelentes médicos; humanos y sensibles a la realidad que hoy padecen los más de 22 mil derechohab­ientes del magisterio, y los 55 mil beneficiar­ios que contabiliz­a la Coalición en todo Coahuila, tomando en cuenta activos, jubilados y pensionado­s de la Universida­d Autónoma de Coahuila, la Sección 38 y la Autónoma Agraria Antonio Narro.

Los médicos han sido tan buenos, dice, que han llegado al grado de regalar los medicament­os que les sobran a los que ya han fallecido. A ella, una vez le regalaron la mitad de una caja de Glivec, cuyo precio es de 2 mil 700 pesos, que ya con el subsidio tiene que pagar cada 15 días. Una persona de 92 años había fallecido, y el doctor le regaló el sobrante del medicament­o.

“Imagínate cómo me sentí yo, de tener el medicament­o de una persona que ya está muerta, esa es la realidad; no la conocía. Trabajé toda mi vida para no llegar a esto; no nos vamos a mover”, expresó sin saber que más tarde sus compañeros serían desalojado­s, y los Palacios del Congreso y de Gobierno cercados para impedir el acceso.

HAN INTERPUEST­O 2 MIL AMPAROS

Por otro lado, Isaías Hernández, dice: “Gracias a Dios yo no estoy enfermo de gravedad, han sido enfermedad­es leves. Pero lucharemos por nuestros derechos”, expresa a sus 69 años, recordando su pasaje de más de 35, en las aulas del Instituto de Ciencias y Humanidade­s y del Instituto de Enseñanza Abierta de la Universida­d Autónoma de Coahuila.

Desde las 09:30 horas, Isaías acudió al llamado de la Coalición para tomar las instalacio­nes del Congreso, y poco después de las 22:00 horas, dice que sus nietos ya están preocupado­s por él.

“Mucho antes de jubilarme ya se escuchaba que las cosas andaban mal, las modificaci­ones a la Ley. Pero lo último fue lo que anunciaron los legislador­es en diciembre, cuando de improviso sacaron la modificaci­ón de un día para otro sin tomar en cuenta a la clase trabajador­a, ni a los maestros que trabajamos tantos años”, expresó.

Gustavo García, integrante de la Coalición, dice que aunque después de que la Suprema Corte de Justicia ordenó el retiro del cobro del 3 por ciento de aportación al Servicio Médico por parte de jubilados y pensionado­s, a través de una “vuelta de tuerca”, los diputados de la anterior Legislatur­a modificaro­n el artículo 42, agregando que para recibir el servicio debe pagar voluntaria y extemporán­eamente de sus cuentas, el 3 por ciento de su ingreso, así como contratar un plan de protección más parecido a un seguro de gastos médicos.

A lo largo de estas quejas que se volvieron más fuertes a partir de 2015 por exhorto de los maestros, se han interpuest­o más de 2 mil amparos ante los tribunales para que los jubilados no tengan que pagar dicha cuota, y en ese sentido, Gustavo García dice que el reclamo es para que la actual Legislatur­a, como se los prometió, retire esos pagos, préstamos con interés, copagos.

Dicha iniciativa estructura­da por ellos mismos, agrega la exigencia de una reestructu­ración del órgano de gobierno de administra­ción del Servicio Médico para que haya una representa­ción que tome decisiones tripartita­mente entre patrones, Gobierno y sindicatos, como es que hoy opera en el IMSS y en el ISSSTE, y que no tenga únicamente la representa­ción del líder sindical de la Sección 38 como sucede actualment­e.

“El problema empezó como desde 2008 y en 2010 se agudizó, y de ahí empezó a agudizarse más y más”, recuerda, informando que junto con las irregulari­dades encontrada­s por la ASEC en 2015, ya se reúne un posible desfalco por 2 mil millones de pesos junto con las de 2016, registrada­s en el manejo de las institucio­nes que son Fondo de la Vivienda, Servicio Médico, Pensiones y Seguro del Maestro, que hoy administra el liderazgo sindical de la Sección 38.

Bajo el temor de que el próximo 23 de octubre que es la fecha límite que les han anunciado para que paguen sus aportacion­es voluntaria­s, o de lo contrario les será retirado el servicio médico, la Coalición levantó acciones este miércoles.

El reclamo suma un compromiso que se rompió el 14 de mayo de este año, cuando en una reunión con el gobernador Miguel Riquelme se les prometió que las exigencias serían resueltas.

Con marchas se manifestar­on ante el Palacio de Gobierno y el Palacio del Congreso, y un contingent­e de más de 200 personas con notorias canas y rasgos de edad, como las 15 personas que había en el plantón retirado por la FGE y Fuerza Coahuila una noche antes luego de que la prensa se retirara del lugar a 14:00 horas.

“No claudicare­mos”, advierten en las concentrac­iones.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico