DROGA SALVADORA
¿Puede la mariguana ayudar a solucionar una de las peores crisis de salud pública en Estados Unidos? El uso de la mariguana medicinal es legal en 30 de los 50 estados de la Unión Americana, incluyendo el Distrito de Columbia. Y algunos expertos creen que la mariguana podría ayudar a detener la cantidad de muertes provocada por los opioides (los derivados del opio) que actualmente azota a Estados Unidos.
El 28 de agosto pasado (2018), el gobernador del estado de Illinois, Bruce Rauner, promulgó una ley que permite a los médicos recetar
cannabis (mariguana) como una alternativa al uso de los opioides para aliviar el dolor crónico.
Y es que los fallecimientos causados por el abuso de sustancias altamente adictivas como las derivadas del opio, incluyendo la heroína, están contribuyendo al aumento de muertes por sobredosis en Estados Unidos.
De las 72 mil personas que se estima perdieron la vida en 2017 debido a la sobredosis de alguna droga, dos de cada tres fueron víctimas de los opioides, según un informe publicado por los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), el principal instituto de salud pública de Estados Unidos.
De hecho, más estadounidenses mueren actualmente por sobredosis de opioides que por armas de fuego o accidentes de tráfico.
El CDC estima que más de 700 mil estadounidenses han fallecido por sobredosis de opioides desde 1999, incluyendo figuras famosas como el cantante Prince.
La muerte de la estrella del pop en 2016 fue causada por una sobredosis accidental de un opioide sintético, el fentanilo, 50 veces más potente que la heroína.
En promedio, cerca de 200 estadounidenses fallecieron cada día del año pasado debido a una sobredosis de esa sustancia.
Por el contrario, de acuerdo a la Administración para el Control de Drogas, DEA por sus siglas en inglés, no se ha informado de ninguna muerte por sobredosis de cannabis (mariguana).
El número de muertes por sobredosis de opioides en Illinois en 2017 fue de 1,947, el séptimo a nivel nacional. Pero Illinois no es el único estado que busca una solución vinculada a la mariguana para combatir la crisis de los opioides, que no obstante ser altamente adictivos, han sido ampliamente recetados en las últimas dos décadas en Estados Unidos.
De hecho, Nueva York, Georgia y Pensilvania han adoptado programas dirigidos a darle preferencia a la mariguana para tratar el dolor.
Pero hasta el momento esas iniciativas han sido limitadas y solamente se permite a los médicos recetar mariguana para casos de dolor crónico (no para los dolores agudos, donde los opiodes son muy efectivos).
No obstante, esas reglas parecen restrictivas en comparación con el amplio acceso a los opioides en Estados Unidos.
Y, mientras tanto, ha habido un peligroso efecto secundario: los adictos que no tienen acceso a recetas médicas, compran versiones baratas e ilegales de opioides, lo cual complica el problema por el peligro que representan.
LA MARIGUANA MEDICINAL
Los expertos creen que muchos pacientes con dolor crónico pueden beneficiarse de las propiedades analgésicas del cannabis.
De hecho, en Estados Unidos el cannabis ya se usa para tratar el dolor, la nausea, los espasmos musculares y la epilepsia.
Al menos 30 estados y el Distrito de Columbia legalizaron la utilización de la mariguana medicinal. Y otros nueve estados permiten su consumo con fines recreativos, aunque la ley federal sigue criminalizando el consumo de esta sustancia.
Las investigaciones indican que los estados que permiten el consumo de mariguana han registrado una disminución en las recetas y muertes por opioides, en comparación con otros estados con normas prohibitivas.
Un estudio de la Universidad de Pensilvania de 2014 señaló que 13 estados con leyes favorables al
cannabis registraron una reducción en sus tasas de mortalidad por opioides entre 1999 y 2010, en comparación con otros estados sin esa normativa.
EL USO RECREATIVO
Un creciente número de investigaciones asocian el acceso a la mariguana medicinal con una disminución de las recetas de opioides.
Sin embargo, en abril de este año investigadores de la Universidad de Kentucky apuntaron otro hallazgo importante: el uso de cannabis recreativo está acompañado de una disminución en las recetas médicas de los opioides.
“Encontramos que la implementación de leyes favorables al uso de la mariguana medicinal está asociada a una caída del 6% en las recetas de opioides en Medicaid (un programa estatal y federal que subsidia gastos médicos a personas de bajos recursos)”, señaló Hefei Wen, profesora de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Kentucky.
“La aplicación de leyes favorables al uso recreativo de la mariguana, que se dio en todos los casos en estados que ya permitían el cannabis medicinal, estuvo asociado a una disminución de 6% adicional en las recetas médicas de opioides”, destacó la doctora Wen.
UN PROBLEMA COMPLEJO
Las leyes favorables al uso recreativo de mariguana están asociadas a una disminución en las recetas médicas de opioides en algunos estados de la Unión Americana.
Wen y su colega Jason Hockenberry estudiaron cuatro estados que implementaron normas favorables al cannabis entre 2011 y 2016 (Colorado, Washington, Alaska y Oregón).
El estudio atrajo la atención de la prensa porque 11 estados están considerando someter a votación nuevas normas sobre el consumo de cannabis en las elecciones de noviembre.
“La crisis de los opioides es un problema complejo y no creemos que ninguna medida única sea una solución mágica”, señaló Sheila Vakharia, una de las directoras de Drug Policy Alliance o DPA, una ONG que lidera el esfuerzo por reformar normas federales sobre el uso del cannabis.
“Pero hay pruebas robustas de que el cannabis es un tratamiento efectivo para el dolor crónico en los adultos, y algunos estudios indican que el acceso legal a la mariguana puede ayudar a combatir los problemas creados por los opioides”, señaló Vakharia.
Los estudios no sólo indican que el cannabis puede ayudar a reducir el consumo de opioides, sino que las inhalaciones de mariguana pueden potenciar los efectos analgésicos de los opioides, permitiendo controlar el dolor con dosis menores.
Otro efecto observado fue una reducción en la ansiedad y en los síntomas de abstinencia relacionados con el consumo de opioides. EN FIN Estos estudios han llevado a algunos políticos, como la senadora Elizabeth Warren, una figura importante del Partido Demócrata, a apoyar abiertamente el uso del cannabis medicinal para combatir el dolor crónico.
El estado que representa Warren, Massachusetts, está entre los 10 primeros en muertes por opioides en el país, pero experimentó una reducción del 8% en esos fallecimientos en relación al año previo.
Massachusetts legalizó el uso medicinal del cannabis en 2016. Sin embargo, en Estados Unidos el uso de la mariguana aún es ilegal a nivel federal.
La normativa vigente, que data de 1970, establece que la mariguana “no tiene un uso medicinal aceptado” y señala que esta sustancia tiene “un alto potencial de abuso y dependencia física y psicológica”.
En fin, algunos expertos en adicción creen que la correlación entre el cannabis y la reducción de muertes por sobredosis de opioides debe ser estudiada en mayor profundidad.
Deborah Hasin, profesora de Epidemiología en la Universidad de Columbia, señaló que se requieren más estudios para entender cómo el uso del cannabis puede reducir el consumo de opioides.
“La mariguana podría jugar un papel importante en la reducción de la crisis de opioides si los individuos con dolor crónico comenzaran a usar
cannabis y a reducir o abandonar simultáneamente el uso de opioides.
Propietarios de los dispensarios donde se puede comprar mariguana medicinal señalan que efectivamente se ha reducido el consumo de opioides, pero otras personas siguen utilizando ambos”, afirmó Hasin. (Bbcsalud)