¡NUNCA MÁS!
CDMX.- Las manos levantadas con la señal de victoria tapizaron el Zócalo. El silencio se impuso, el cielo nublado y el viento frío enmarcaron la escena de funeral al que asistieron 90 mil dolientes.
Las 18:10. Esa hora permanece grabada en la memoria de los sobrevivientes del 68, como el momento en que vieron las luces verdes de bengala sobre la Plaza de las Tres Culturas y escucharon los primeros disparos que anunciaban la represión contra los estudiantes.
Es la misma hora de ese trágico día y se llora a los caídos. Se demanda: “¡Ni perdón ni olvido!” “¡Castigo a los asesinos!”, y surge el minuto de silencio por los ausentes. El Zócalo retumba por la exigencia sin respuesta desde hace medio siglo: “¡Justicia! ¡Justicia!”.
A ese grito se suma otra demanda de justicia, por el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Faltaron muchos, algunos por la edad o condiciones de salud no pudieron asistir; los muertos estuvieron en fotografías: Raúl Álvarez Garín y Luis González de Alba, quienes de esta forma acompañaron a los sobrevivientes.
En la marcha que partió de Tlatelolco y llegó a la Plaza de la Constitución, tres generaciones caminaron: “Los abuelos del 68, los padres de la huelga del 99, los hermanos de Ayotzinapa”. Las autoridades reportaron 90 mil manifestantes.