2. Mandan bombas a adversarios de Donald Trump: iban para Hillary, Obama y CNN.
Los artefactos dirigidos a destacados demócratas fueron interceptados a tiempo
WASHINGTON, EU.- Una serie de bombas caseras enviadas por correo a Hillary Clinton, al expresidente Barack Obama, a otros prominentes demócratas y al canal de noticias CNN, fueron interceptadas el miércoles sin ocasionar daños físicos en un día lleno de ansiedad que agravó las tensiones políticas y miedos dos semanas antes de las elecciones de mitad de periodo en Estados Unidos.
Ninguna de las bombas detonó, y las autoridades se las llevaron para revisarlas y desecharlas.
La primera bomba rudimentaria que fue encontrada había sido enviada el lunes a la casa de George Soros en Nueva York, el filántropo multimillonario que es uno de los principales contribuyentes a las causas de los demócratas. El FBI informó que otro paquete había sido enviado al exsecretario de Justicia Eric Holder, pero que terminó en la oficina de la representante demócrata Deborah Wasserman Schultz, ubicada en Florida, debido a que esa era la dirección del remitente.
Por la noche, un paquete enviado a la representante Maxine Waters con características similares a los que contenían otros dispositivos fue interceptado en una instalación de procesamiento de correo de Los Ángeles.
Los blancos de los artefactos fueron algunas de las personalidades que han sido criticadas en repetidas ocasiones por el presidente Donald Trump, quien sigue atacando a Clinton durante mítines mientras sus simpatizantes corean “enciérrenla”, dos años después de que la venció y ella se ha apartado de la escena política.
Trump acusa a Soros de financiar protestas y describe a los canales de noticias como CNN como medios de “noticas falsas”.
Los ataques se apoderaron de la atención de la prensa en un entorno político que ya era tenso y que podría reconfigurar el Congreso y servir como un referendo sobre los dos primeros años de la presidencia de Trump.
Las acciones -que provocaron evacuaciones de edificios y reportes de otros explosivos que luego fueron declarados falsos- aumentarán los temores de que una retórica acalorada podría conducir a una violencia mortal mientras los partidos entablan discusiones sobre cuestiones de inmigración, la Corte Suprema y el trato hacia las mujeres.
La Casa Blanca condenó los ataques dirigidos a demócratas y a otras personas consideradas como enemigos del gobierno de Trump.
“Actos o amenazas de violencia política no tienen cabida en Estados Unidos”, aseveró Trump. “Esta conducta atroz es repugnante”.