¡Playbol! Ya estamos en la gloria de la Serie Mundial
Niéguelo quien lo niegue, el beisbol es el Rey de los Deportes. Quizá no sea el deporte de los reyes, pero eso habla mal de los reyes, no del beisbol... Y a todo esto ¿cuál es el deporte de los reyes? Entiendo que alguna vez fue la cacería, y luego la equitación. Ahora quién sabe. Si yo fuera rey, mi deporte serían las reinas.
Estoy de acuerdo en que el soccer está más extendido por el mundo que el beisbol. Eso no significa, sin embargo, que sea el rey de los deportes; en todo caso significa que el mundo anda de la patada. No puede andar bien si prefiere un deporte que se juega con los pies a uno que se juega con la cabeza. El beisbol, en efecto, exige concentración en todos los jugadores. No es como el futbol, que cuando el portero hace el despeje y lanza lejos el balón, a ver a dónde cae, se pone a leer monitos o se sienta, recargado en un palo de la portería, a jugar un juego electrónico portátil. No. En el beisbol nadie se puede distraer. Joe Garagiola, catcher, sufría mucho por los golpes de las pelotas que los pitchers lanzaban a gran velocidad. Buscó maneras de acojinar su guante a fin de paliar aquel impacto, y al fin encontró un modo muy interesante: puso en el interior de su mascota -así se llama el guante del catcherun relleno de brassiére. Esos falaces artilugios tienen forma abombada, y están acojinados.
-¿Te dio resultado la idea? -le preguntó a Joe uno de sus compañeros.
-Al principio sí -respondió él-. Pero luego empezaba a pensar en otras cosas, y me distraía.
Algunos dicen que el futbol soccer es “el juego del hombre”. Carajo, la verdad no lo parece. Hay que ver los arrumacos que se hacen los futbolistas tras anotar un gol: se abrazan; se agarran las nalgas; se echan unos sobre los otros en el césped, como si fuera orgía; se van corriendo agarraditos de las manos... Ni los bailarines de ballet incurren en demostraciones semejantes. Tampoco esos bailarines se pintan el pelo o se hacen la permanente como los jugadores de futbol. ¿Juego del hombre? Mmm, no sé, como dice el gran Marco Antonio Aguirre Perales en uno de los comerciales que ha grabado con su extraordinaria voz.
¿Por qué entonces domina el futbol sobre el beisbol? Por la misma razón que Gloria Trevi interesa al pueblo más que Borges, si me es permitida la comparación. Alguien dijo que el futbol es lo que somos, y el beisbol lo que deberíamos ser. En los estadios de futbol de Inglaterra -cuna del juego- el público ve los partidos como metido en una jaula, así son de salvajes los espectadores. A los llamados hooligans ingleses les tienen miedo hasta Schwarzenegger y Stallone.
Yo, como soy saltillense, beisbolero soy. Sarapero de corazón por siempre, y en estos días partidario encendido de los Dodgers. Me pongo a ver los juegos de la Serie Mundial -¡vaya juegazos!- y están conmigo mi papá, que me enseñó a ver beisbol, y mi señor suegro don Jesús, que oía los juegos en un radio de transistores. Y escucho la antigua voz de Buck Canel que vuelve a decir de nuevo: “¡No se vayan, que esto se va a poner bueno!”.