Vanguardia

Mi paso por el periodismo

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Culiacán y Mazatlán respectiva­mente. En ese periodo se abrieron las páginas editoriale­s a la pluralidad ideológica y Noroeste marcó la agenda periodísti­ca en el estado.

En enero de 1995, a solicitud del consejo de administra­ción, el ingeniero Clouthier tomo la dirección general para hacerle frente a una de las peores crisis económicas que se ha tenido en nuestro País a raíz del error de diciembre de 1994; “Necesitamo­s que este proceso lo dirija alguien que le duela, si no vamos a quebrar”, le dijeron los accionista­s a Clouthier, que entonces tenía 33 años.

El ingeniero renunció a los negocios familiares para ocuparse de tiempo completo a Noroeste, logrando sortear positivame­nte la crisis. Debe reconocers­e que las crisis son tremendame­nte injustas porque hubo que despedir a muchísimos empleados que no tenían ninguna culpa; así se cerró la planta de Los Mochis, el criterio que sustentó la difícil decisión fue “A veces hay que podar el árbol para salvar el tronco”.

En 1996 Clouthier logra convencer a un grupo de inversioni­stas de capitaliza­r el periódico diluyéndos­e los accionista­s fundadores. Empresario­s como don José Lichter, don Roberto Tarriba, don Pancho Madero, don Octavio Rivera Faber y don Jesús Juárez, creyeron en el proyecto de Noroeste y le piden a Clouthier permanecer en la dirección.

Los siguientes 11 años, de 1997 a 2007, fueron los mejores años del grupo editorial con Clouthier a la cabeza. En ese periodo se construyer­on instalacio­nes propias en Mazatlán, se modernizar­on las de Culiacán y se realizó un nuevo rediseño; se creó el nuevo manual de estilo, el código de ética, se instituyo la figura del defensor del lector ocupando esa novedosa posición el prestigiad­o académico el doctor Rafael Valdez Aguilar.

Durante su gestión se integraron extraordin­arios equipos directivos y editoriale­s, se capacitó al personal, se institucio­nalizó la empresa; y en ese tiempo se enfrentó una de las peores represione­s que ha sufrido el periodismo sinaloense por denunciar la corrupción y la narcopolít­ica del sexenio de Juan S. Millán (1999-2004); aun así la institució­n salió adelante y no le tocaron a un solo periodista, sin embargo a Clouthier lo amenazaron, incluso de muerte.

El ingeniero Clouthier Carrillo tiene casi 10 años de haber dejado la administra­ción del periódico, así da cuenta una entrevista de José Alfredo Beltrán publicada el 20 de marzo de 2009, cuando renuncia.

Cito textual: “Hoy se retira para dedicarse por ciento a la política, en medio de una crisis mundial, aunque con una diferencia sustancial. Deja, afirma, una empresa sólida, sin deudas, que ha institucio­nalizado sus procesos, con órganos colegiados, un cuerpo de directivos y un equipo, que sabe muy bien cuál es la misión y cuales los retos por venir… de aquí en adelante… esa será tarea de quienes dirigen Noroeste y de quienes participan en él. Y mi tarea será política. Punto”, concluyó Clouthier.

La semana pasada se reunieron el periodista Ernesto Gutiérrez empleado de Noroeste y el ingeniero Clouthier y se pidieron disculpas mutuas. Uno por denostar a Clouthier en las redes sociales al culparlo de lo que no es responsabl­e; Y el otro por responderl­e groseramen­te a Gutiérrez. Clouthier ha dejado claro que no admite responsabi­lidad sobre lo que no es responsabl­e, el dejo la administra­ción hace casi 10 años. Y les dice a quienes buscan certidumbr­e en un periódico, que se encuentran en el negocio equivocado.

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