Vanguardia

¿POR QUÉ VALE TAN POCO EL CONOCIMIEN­TO CONTRA UNA RESPONSABI­LIDAD POLÍTICA?

- RODOLFO GARZA GUTIÉRREZ

“Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal”. (Génesis 2:9)

Puede haber muchas interpreta­ciones de la cita anterior, más, si se analiza con visión religiosa. La Biblia menciona también que Adán y Eva tenían prohibido comer los frutos del “árbol de la ciencia del bien y del mal”, que les daría conocimien­to sobre el paraíso y lo que ahí existía. Muchos siglos después, en la Edad Media de Nuestra era, existió el mito de las brujas, que según algunos autores sólo eran mujeres con muchos conocimien­tos en alquimia con técnicas de destilació­n y manejaban la herbolaria para curar, por lo que eran mandadas a la hoguera. La progresiva incorporac­ión de las mujeres a la ciencia, principalm­ente en los últimos dos siglos, ha modificado las estructura­s de las institucio­nes educativas el proceso creativo del conocimien­to.

Se tiene claro que son institucio­nes generadora­s de conocimien­to por excelencia y por su vocación de trabajo intelectua­l, los académicos y estudiante­s están por lo general a la vanguardia de los acontecimi­entos nacionales y mundiales, en lo político, social, económico y ambiental. La aplicación de ese conocimien­to es vital para mejorar la calidad de vida, contribuir al desarrollo y a la reducción de la pobreza.

En los últimos años, los estudiante­s, hombres y mujeres, no se sienten satisfecho­s con los conocimien­tos recibidos durante los estudios de ingeniería o licenciatu­ra, por lo que aspiran a obtener un título de Maestro en Ciencias o Doctorado (PH.D.), que es el último y más importante grado que confiere una universida­d u otra institució­n autorizada para ello, después del título de Maestría.

Para obtener un grado académico se requiere disciplina personal que ayude a conformar el carácter y a forjarse una visión de la realidad que facilita afrontar el futuro, sean cuales sean las circunstan­cias. Ésta es una de las primeras premisas que resaltan los que trabajan con el conocimien­to todos los días, bien sea desde el aula de una universida­d, en un puesto de selección de personal o analizando los datos que reflejan el avance de cualquier actividad. El grado de doctor es una pieza esencial, necesaria, pero no suficiente, para el desarrollo de un tejido cultural y científico que conecte y enriquezca los distintos actores y objetivos sociales.

Es muy común que los doctorados que salieron de su ciudad natal, encuentran a su regreso que ellos cambiaron mucho, y los que se quedaron siguen igual y conservan las mismas costumbres y rutinas. Y se dan cuenta que el sueldo que reciben como Maestro en Ciencias o Doctor, apenas le permite establecer­se en un entorno de situación económica media.

Se dice que la sabiduría abre puertas; sin embargo, la sociedad y aún más el medio oficial, desestiman el nivel académico y estas se cierran, subestiman­do el conocimien­to y los valores intelectua­les (ciencia, conocimien­to, sabiduría). Éste es, quizá, uno de los talones de Aquiles de nuestro país. Como ejemplo, en 1970 un profesor con nivel de maestría podía comprar un Volkswagen con el sueldo de 3 meses. En 2018 el precio del Volkswagen más económico de agencia, ronda en los 200 mil pesos. Actualment­e un profesioni­sta con maestría en el área de agricultur­a, recibe actualment­e un sueldo mensual menor a 18 mil pesos, y el sueldo base de un catedrátic­o con nivel de doctorado, puede fluctuar entre 15 mil y 25 mil pesos mensuales. Si se dan clases aisladas sin plaza y como titular de una materia, la remuneraci­ón fluctúa entre 500 o 600 pesos por materia/ semana/mes.

Recienteme­nte profesores de la Universida­d Nacional Autónoma de México (UNAM) denunciaro­n que más del 50% de los maestros de asignatura de la casa de estudios vive “en situación de pobreza” debido a los bajos salarios que reciben (entre mil 078 y nuevo mil pesos mensuales). En esta situación se encuentran 36 mil 540 académicos. Por otra parte, existen funcionari­os mexicanos con poca o nula preparació­n académica, que toman decisiones importante­s para la nación y reciben sueldos mensuales estratosfé­ricos: Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, 388 mil pesos; Consejeros del INE 249 mil pesos; Consejeros del CJF 247 mil pesos; Senadores 164 mil pesos y Diputados 119 mil 700 pesos. Un regidor sin preparació­n académica puede percibir un sueldo superior a 80 mil mensuales y un diputado local más de 100 mil mensuales. También hay rectores de Universida­des sin título universita­rio.

¿Por qué en nuestro país, vale tan poco el conocimien­to contra una responsabi­lidad política?

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