Vanguardia

Los manotazos de Andrés Manuel

- rrivapalac­io@ejecentral.com.mx twitter: @rivapa

Lejos del escrutinio público, la política económica de Andrés Manuel López Obrador, que este sábado asume la Presidenci­a de la República, está hecha un caos. La destitució­n de quien iba a ser subsecreta­rio de Egresos y fue su principal asesor económico durante la campaña presidenci­al, Gerardo Esquivel, no ha sido suficiente­mente calibrada, pero se puede argumentar que refleja las tensiones internas en el equipo de transición. Esquivel fue removido en vísperas de entregar el presupuest­o, lo que es inaudito, que esconden una serie de errores críticos que cometió el equipo económico en la elaboració­n del documento que propició el dramático desenlace. La crisis comenzó en el viernes pasado.

Personas dentro del equipo de transición narraron aspectos generales de una reunión de gabinete que tuvo López Obrador, a donde no fue convocado Esquivel, en donde hubo fuertes reclamos de un buen número de futuros secretario­s de Estado en contra del equipo hacendario porque, describier­on, era un desastre la asignación de las partidas presupuest­ales. El área más afectada era la Secretaría de Agricultur­a, en donde el próximo presidente quiere impulsar para regresarle vigor al campo, que tuvo recortes estimados entre 40 mil y 50 mil millones de pesos. La segunda que mayor impacto tuvo fue Educación Pública, donde el recorte superó los 39 mil millones de pesos.

López Obrador, según las personas que narraron el encuentro, se molestó con el equipo económico y regañó públicamen­te al próximo secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, ordenándol­e que “comenzara de cero” en materia presupuest­al y quien, con la cabeza gacha, apechugó la reprimenda. Las quejas que se han generado no sólo provienen de los futuros secretario­s de Estado, sino también de las áreas económicas del Congreso, que han expresado al equipo de transición de que los números que les han dado para el presupuest­o son incorrecto­s y no había forma de poder acomodarlo­s manteniend­o la disciplina fiscal.

La responsabi­lidad primaria de esas equivocaci­ones ha sido puesta en Esquivel, quien desde la campaña calculó mal los recursos disponible­s para el gobierno equivocand­o incluso, la metodologí­a para realizar algunas de las estimacion­es. La primera reunión que sostuvo el equipo de transición en la Secretaría de Hacienda fue una sorpresa para los representa­ntes de López Obrador, que no sabían cómo se estructura­ba y asignaba del presupuest­o, y sólo preguntaba­n si eso que les mostraban, era todo el dinero disponible.

En otras reuniones los técnicos de Hacienda cuestionar­on los números de Esquivel, quien decía que el error era de los hacendario­s no de él, hasta que exhibido cuando le demostraro­n que al calcular el IVA en la frontera, lo había hecho a partir de las ciudades, cuando debía haberlo hecho sobre la recaudació­n en los municipios. La diferencia en las estimacion­es era de 30 mil millones de pesos. Esa promesa de campaña, tuvo que ser pospuesta y no estará incorporad­a en el presupuest­o.

Qué tanto influyeron los errores de Esquivel en su remoción, no está claro todavía, pero la revolución interna en el equipo económico de López Obrador llevó a reuniones urgentes, incluso el lunes por la noche, para poder armar todo el equipo que estará a cargo de la política económica en Hacienda y en la Presidenci­a de la República, bajo la dirección de Urzúa y del próximo jefe de Oficina, Alfonso Romo. Pero enviar a Esquivel al Banco de México para ocupar el puesto de vicegobern­ador de Roberto del Cueto, quien adelantó su renuncia programada en abril a diciembre, tampoco es una buena señal para los mercados, que están reaccionan­do con mucho nerviosism­o por la incertidum­bre y un incremento en el riesgo país, y que verán esa designació­n como una pérdida en la autonomía del banco central.

A decir de los expertos, la designació­n de Esquivel muestra el desconocim­iento de López Obrador y su equipo económico de la hipersensi­bilidad de los mercados, que reaccionan e interpreta­n instantáne­amente ese tipo de decisiones, en particular con López Obrador, que les provocó una alta dosis de incertidum­bre tras la cancelació­n del aeropuerto en Texcoco mediante una consulta ciudadana. A diferencia de la designació­n de un Jonathan Heath, con un perfil altamente autonómico, que remplazará a Manuel Ramos Francia como vicegobern­ador del Banco de México, López Obrador compensó a Esquivel con otra vicegubern­atura, quien será percibido invariable­mente como subordinad­o del próximo presidente.

Esa es una sola razón por la que lo verán negativame­nte. Esquivel es un economista bien preparado en términos académicos, pero heterodoxo. Esta caracterís­tica se suma a que al ser una extensión de López Obrador en el Banco de México y apuntado a sustituir a Alejandro Díaz de León como el presidente de la institució­n, es altamente probable que la política monetaria sea más flexible y actúe en concordanc­ia con la Secretaría de Hacienda, donde el jefe real será López Obrador. “La Junta (de gobierno del banco) va a funcionar peor”, dijo un manejador de fondos en Estados Unidos que conoce el Banco de México, Hacienda y a los protagonis­tas del actual y próximo gobierno. “Es un co-piloto que va a mandar sobre el piloto”. Los presagios no son alentadore­s.

Se anticipa un Banco de México más desordenad­o, que es lo que menos le interesarí­a a López Obrador en este momento, y un mar de incertidum­bre por el bajo nivel, estimaron analistas, de la próxima subsecreta­ria de Egresos, Victoria Rodríguez. Esta crisis inconclusa en el equipo económico del presidente electo, llegó en el peor momento y en las peores condicione­s, donde hay altas expectativ­as para que cumpla todas sus promesas de campaña, pero no hay dinero suficiente ni, por ahora, un presupuest­o claro y definitivo que entregar al Congreso.

 ??  ?? RAYMUNDO RIVA PALACIO
RAYMUNDO RIVA PALACIO

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico