Vanguardia

CINCO CURIOSIDAD­ES

- (Rafael Clemente/ Global News)

La Estación Espacial es, hasta ahora, el mayor lugar habitado que conocemos fuera de la Tierra. Y aunque sus ‘residentes’ son humanos como cualquiera de nosotros, en la práctica son ‘extraterre­stres’ que viven a 400 kilómetros de la superficie de la Tierra, sin gravedad, sin aire propio y sin ciclos regulares de tiempo (como las 12 horas del día y las 12 horas de la noche).

Por dos décadas, ha sido un centro de investigac­iones y observació­n en que científico­s de 18 naciones han realizado experiment­os de biología, física, astronomía y meteorolog­ía.

Enseguida algunas curiosidad­es que tal vez no conocía sobre esta mole que nos vigila desde el cielo.

1. Más grande de lo que imagina

Aunque en las imágenes que vemos, la ISS parece un sitio estrecho en el que sus habitantes chocan unos con otros, el habitáculo es mayor que la casa de cualquier terrícola. De hecho, tiene el tamaño de un estadio de fútbol americano. Y cuenta con dos baños, un gimnasio y un mirador de 360 grados.

2. Es el objeto más costoso construido por el hombre

Su lanzamient­o el 20 de noviembre de 1998 fue considerad­o un hito científico, pero también, un ejemplo de colaboraci­ón internacio­nal. En su construcci­ón participar­on 16 países, y tuvo un costo cercano a los 100 mil millones de dólares.

Su brillo en el cielo nocturno solo es superado por el de la Luna y Venus.

Así que fíjese esta noche en el cielo. Y tal vez la vea pasar (sabrá que es la ISS por su velocidad de traslación contínua).

3. Es una viajera rápida

La ISS pesa 400 toneladas, y permite acoplar hasta seis naves visitantes a la vez.

Pero eso no la limita para moverse rápidament­e alrededor de nuestro planeta. En realidad, va más rápido que cualquier vehículo terrestre.

Se desplaza a una velocidad de 7.66 km/segundo, lo que significa que orbita la Tierra una vez cada 90 minutos.

Orbita 16 veces la Tierra en un período de 24 horas. O sea que los miembros de la tripulació­n ven 16 atardecere­s y 16 amaneceres por día.

4. Habitarla es un desafío biológico

Las imágenes que usualmente vemos de la ISS muestran a astronauta­s sonrientes, haciendo ejercicios. De hecho, para evitar mayores estragos en el organismo, sus habitantes deben ejercitars­e por al menos dos horas diarias.

Tienen que someterse también a dietas especiales, a veces poco apetitosas, pero que les suministra­n los nutrientes necesarios en ese ambiente extremo.

5. Es un gran centro de reciclaje

Como no hay oxígeno de forma natural en el espacio, los ingenieros que diseñaron la estación tuvieron que ‘inventarlo’.

Lo logran a través de un proceso químico, la electrólis­is: usando la corriente que se genera a través de los panales solares de la estación.

La estación cuenta además con un moderno sistema de recuperaci­ón de líquidos: el 65% del agua que se consume es reciclada.

Y por si lo estaba pensando… sí, incluso la orina se reutiliza.

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