Piden choferes protección contra asaltos
Taxistas, traileros, choferes de trasporte público de todas las rutas que circulan por Saltillo, de trasporte de personal y transportistas de materiales industriales, participaron ayer en la peregrinación en honor a la Virgen de Guadalupe, en el cual más de 300 unidades desfilaron frente al Santuario para ser bendecidas.
En punto de las 12:00 horas la fila de automóviles abarcaba parte de la calzada Emilio Carranza, hasta llegar al Santuario, en donde por primera vez en varios años se les permitió a los feligreses manejar su unidad justo en frente del Santuario para recibir algunas gotas de agua bendita.
No hubo unidad que, entre los miles de caminantes, no circulara a vuelta de rueda con un pequeño altar realizado en el cofre, dedicado a las Virgen de Guadalupe, figura religiosa a quienes este gremio pide protección al momento de estar detrás del volante.
Entre los testimonios, la mayoría asegura recibir protección en contra de accidentes y asaltos, de los cuales regularmente son víctimas, ellos y las personas que trasladan.
Hasta las 17:00 horas dejaron de sonar los claxon de las unidades, pues a esta hora se llevaría a cabo la misa oficial, en dónde Andrés Carrasco, misionero del Espíritu Santo, comparara a los choferes con los peregrinos constantes, gracias a las grandes jornadas que pasan viajando en su vehículo.
Con esta festividad se anuncia el inicio del novenario en honor a la Virgen de Guadalupe.
El rector del Santuario, Andrés Carrasco, añadió que son más de 20 años que se realiza este tipo de marcha por parte de los transportistas. Se espera que alrededor de 10 mil a 15 mil peregrinos visiten el Santuario durante toda las actividades dedicadas a la Morenita del Tepeyac.
“Es una expresión de fe. Los transportistas arreglan su altar en el cofre y principalmente le piden a la Virgen que les vaya bien en el trabajo, piden por su familia, por sus enfermos y por los niños”, dijo.
Durante el evento fue común ver que familias enteras viajaran en las unidades haciendo alabanzas.
“Es una experiencias de una religiosidad popular que toca el corazón de las personas. La vida humana es una peregrinación. Un día llegamos y un día nos iremos. El signo de la peregrinación ellos lo pueden ver constantemente en su trabajo. Ellos pueden realizar su trabajo con fe protegiendo a las personas a quienes les ofrecen su servicio”, señaló.
El próximo domingo se realizará otras peregrinación, ésta dedicada a los trabajadores de diferentes ámbitos industriales de Saltillo.