1. El futuro nos alcanza: medicina avanza con la regeneración de órganos y tejidos.
La medicina avanza a pasos agigantados, la ingeniería de tejidos evoluciona al grado de dar un cambio total de paradigma
CDMX.- Las placas de metal para ayudar a soldar un hueso y los plásticos para fijar prótesis de cadera aún son muy utilizados; sin embargo, el reto en la actualidad no es ayudar a reparar un órgano o tejido, sino regenerarlo. El doctor José Manuel Cervantes, investigador de la Unidad de Biomateriales e Ingeniería de Tejidos del CICY (Centro de Investigación Científica de Yucatán), señala que la ingeniería de tejidos es una de las áreas que más ha evolucionado en el mundo en los últimos tiempos y aunque estas ideas aún parecen sacadas de la literatura de ficción, la realidad es que continuamente se generan decenas de estudios con nuevos avances al respecto.
“La regeneración de un órgano o tejido es un cambio total de paradigma. La idea es que no vamos a tomar un material como un ente extraño al cuerpo, sino vamos a regenerar el mismo órgano con el mismo tejido”, señala Cervantes.
El investigador explica que las ventajas son muy claras, por ejemplo, en la atención a pacientes con quemaduras, pues una piel con cicatrices no tiene la misma elasticidad, no respira de la misma forma; un tejido regenerado no sólo tiene una mejor funcionalidad, sino contribuye a nivel estético y emocional.
LA LLAVE DEL FUTURO
“Países como Estados Unidos, Japón, Inglaterra, Canadá y España lideran la investigación en ingeniería de tejidos y órganos; sin embargo, en nuestro país han crecido los esfuerzos por concentrar los avances en estas áreas a través de organismos como la Red Biot (Red de Biomateriales e Ingeniería de Órganos y Tejidos, A.C.). El objetivo es que todos los que trabajan en ingeniería de tejidos en México tengan un punto de encuentro cada año para intercambiar puntos de vista, exponer y discutir resultados ante la comunidad científica nacional e internacional, según la visión de los diferentes especialistas que trabajan en el área como quienes analizan las propiedades mecánicas, químicas o físicas de los materiales.
Recientemente se celebró el Quinto Congreso de la Red y el enfoque principal fue la utilización de aminoácidos o péptidos como si fueran biomateriales o soportes para regenerar tejidos, pues las estructuras de estos materiales a nivel nanométrico favorecen la regeneración celular. Cervantes señala que en el país hay varios grupos importantes trabajando en diversas áreas en esta materia, como el Instituto de Investigaciones en Materiales de la UNAM y el Instituto Nacional de Rehabilitación; pero más allá de la centralización de la investigación en CDMX, el especialista señala que también hay varios grupos en provincia que trabajan en cuestiones de vanguardia en este campo y paulatinamente se han integrado a la Red Biot, precisamente como el caso de CICY en Mérida que también es reconocido por su trabajo en injertos vasculares.
Aunque la ingeniería de tejidos en el mundo juega un papel relativamente pequeño en el tratamiento de pacientes, ya se han logrado implantar vejigas, pequeñas arterias e injertos de piel, cartílago y hueso. Los tejidos de órganos más complejos como el corazón o hígado se han recreado con éxito en el laboratorio con técnicas complementarias como la impresión 3D; sin embargo todavía falta mucho para crear un órgano de este tipo y poder implantarlo en un paciente.
Sin embargo, estas investigaciones son de gran utilidad en el desarrollo de fármacos y trazan un camino más rápido. Además, este tipo de esfuerzos puede disminuir pruebas con animales, pues también se crean tejidos para probar toxicidad. Más allá de las aplicaciones médicas, también el uso de estos tejidos puede ayudar a detectar agentes amenazantes biológicos o químicos: otra herramienta para enfrentar todos los tentáculos del futuro.