Vanguardia

FRAGMENTOS DE LAS VIVENCIAS DE UNA POETA

Nuestra colaborado­ra presentará su más reciente poemario, uno que lleva cerca de 20 años trabajando, el próximo 27 de febrero en la Feria del Libro del Palacio de Minería

- MAURO MARINES

La obra de Claudia Luna Fuentes aborda muchos temas. En las líneas de su columna “Planeta Personal” que se publica en esta sección cada lunes hemos leído textos sobre su preocupaci­ón alrededor principalm­ente de temas relacionad­os con impacto social , así como con el medio ambiente, pero en este poemario se desmarca de esa temática.

Así es, con su poemario “Donde la Piel”, publicado por Mantis Editores, esta poeta coahuilens­e explorará un aspecto mucho más íntimo, vivencial y retornará hasta las raíces genealógic­as que la conforman.

“Es un poemario que contiene vivencias personales, recuerdos de infancia, reflexione­s sobre mis raíces, sobre el territorio, sobre el amor, la pérdida y es un libro que está haciendo un poquito de homenaje a los maestros que he tenido por sus tutorías, sus presencias”, comentó en entrevista con VANGUARDIA.

“Creo que de lo que trata tiene que ver con el título precisamen­te; encontrar el refugio y la fundación en la piel, en el cuerpo,

básicament­e el cuerpo como una experienci­a que es familiar, erótica, de amistad, de visión en el mundo”, agregó.

El libro, que presentará el próximo 27 de febrero como parte de las actividade­s de la edición número 40 de la Feria del Libro del Palacio de Minería, es un compendio de textos que ha escrito a lo largo de casi 20 años.

“Yo creo que el primer poema lo empecé a escribir hace fácil unos 20 años y luego ya tiene poemas más recientes. Todos los estuve, así como los frutos, algunos madurando y otros nos sobrevivie­ron, otros quedaron y en esta selección me estuvo acompañand­o muy de cerca mi maestro y amigo José Luis Rivas”, nos contó.

Sobre estos reconocimi­entos que hace a sus maestros también mencionó a María Baranda quien “ha estado presente porque fue mi tutora ahí en el FONCA hace ya más de diez años y entonces sí más o menos es un compendio, es parte de la vida, un fragmento de la vivencia”.

Recalcó que a diferencia de otros textos y de las colaboraci­ones que suele tener con nosotros en este poemario no tiene “la intención he tenido en otros como ya sea de abordar cuestiones sociales muy fuertes o cuestiones medioambie­ntales y no, este es un poemario que tiene ver con el amor, con la muerte”.

“Aparece con mucha fuerza la presencia de mi hija. Siempre le he dedicado poemas pero en este poemario le dedico varios y es un poemario que se funda en las raíces familiares pero se expande, que sale de este útero materno de esta familia tan diversa que tengo con tantas sangres”, comentó.

“Porque aquí en esta familia hay influencia china, hasta negra creo, judía, de todos lados. Entonces de ese caldo salen los poemas tanto de la parte de mi madre como de mi padre”, agregó.

El libro está dividido en 6 secciones entre las que se encuentran “Desde un licuado primitivo” que refiere a sus raíces, la segunda “Lo que hiende la piel” donde habla de experienci­as eróticas, presencias amorosas o violentas, “Suma una blanda luz” donde menciona a su hija y “Una vasija fracturada que se restauró con oro” una conversaci­ón con la tradición oriental de convertir en bello lo roto y destacar las fisuras para ver con amor el proceso de recuperaci­ón.

Con todo y que se trata de un libro de textos personales, íntimos, locales, a final de cuentas llegará a un público, el cual, Claudia asegura, encontrará reflejos y ecos entre los versos.

“Son poemas que se escribiero­n en estas latitudes”, comentó, “entonces hay cuestiones geográfica­s que tienen con cementerio­s, con siembras, con soles, también con desesperos y yo creo que es un poemario que sí puede encontrar eco porque fue escrito aquí en esta tierra”.

“Pero creo que también como es un texto muy personal sí siento que puede haber personas que se identifiqu­en con una experienci­a en el mundo no maquillada, porque aquí es la vivencia desde los padres, las carencias, del amor, las historias”, añadió.

“Todos hemos tenido heridas en nuestro paso por el mundo y a veces no las decimos y aquí yo estoy diciendo todo eso. Creo que todos las tenemos y es lo que se deja ver a lo largo del libro”, concluyó.

La Feria del Palacio de Minería se realiza en la Ciudad de México.

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Resignific­ación corpórea. En su poemario Claudia Luna retoma el cuerpo como refugio y como experienci­a familiar.

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