De Slim Pickens a ‘El Automóvil Gris’
Junio terminó con el que hubiera sido el festejo del cumpleaños número 100 del primer actor norteamericano Slim Pickens al haber nacido el 29 de junio de 1919 en Kingsburg, California.
Pickens es recordado principalmente por aquella antológica secuencia de la clásica comedia de humor negro “Dr. Insólito” (Stanley Kubrick, 1964) como el piloto bombardero Maj “King Kong” quien levanta su sombrero de vaquero al aire al estilo del rodeo en lo que la dirige hacia su objetivo logrando de esta manera que su filmografía de 152 títulos entre películas y series de TV se reconociera sobre todo por personajes de vaqueros desde su debut en el cine en 1946 como un jinete de rodeo en “El huracán negro”, dirigida por Louis King a un personaje apodado simplemente “Vaquero” del clásico thriller “La huida”, del maestro Sam Peckinpah, que protagonizaron Steve Mcqueen y Ali Macgraw, entre otros.
Quien sí estuvo de manteles largos el primer día del mes de julio fue la primera actriz ganadora de dos Oscares Olivia de Havilland al cumplir 103 años de vida y quien obtuvo su primera nominación a un Oscar a los 23 años de edad al interpretar el inolvidable personaje de Melanie Hamilton en la superproducción de 1939 “Lo que el viento se llevó”, de Víctor Fleming; el 4 de julio quien estuvo de fiesta fue Eva Marie Saint, la también ganadora del Oscar en su caso a la Mejor Actriz de Reparto de 1954 por su trabajo en el clásico “Nido de ratas”, de Elia Kazan, al llegar a los 95 años de edad, misma edad que cumplió el mismo día la actriz y rumbera de origen cubano Amalia Aguilar y el domingo 7 quien llegó a las siete décadas de vida fue la actriz texana Shelley Duvall (“El Resplandor”; “Popeye”).
Con todo, la semana no pasó sin una pérdida que lamentar otra vez del cine internacional ya que el mismo 4 de julio falleció el primer actor de origen español Eduardo Fajardo a los 94 años de edad, quien de su país natal donde filmó varios de los títulos de su filmografía emigró a países como el nuestro para protagonizar junto a Pedro Infante y María Félix el clásico “Tizoc” (Ismael Rodríguez, 1957) o también a Italia a formar parte del elenco del clásico de culto del género del western “Django”, de Sergio Corbucci, al lado de Franco Nero y que fuera influencia preponderante para el cineasta norteamericano Quentin Tarantino para su ganadora del Oscar “Django sin cadenas”, del 2012, entre muchas otras más.
Para terminar, una nota que provoca sentimientos encontrados, ya que el mismo día que Slim Pickens hubiera cumplido 100 años de edad, en la Ciudad de México se anunciaba que el festival “El cine que no se olvida” dedicaría su sexta edición a la capital del país con varios títulos que van de principios del siglo pasado al 2015 para demostrar cómo esta metrópoli se ha transformado e incluye el clásico silente “El automóvil gris”, de Enrique Rosas, producido durante el gobierno del presidente coahuilense Venustiano Carranza en 1919, y “¡Qué Viva Tepito!”, dirigida por el cineasta nigropetense Mario Hernández en 1981. Lo triste es que si bien estas obras se destacan por aquellas latitudes, en Coahuila poco se reconoce el legado carrancista para con el cine nacional y mucho menos del maestro Hernández.