Vanguardia

Un fotógrafo…

-

Esta es una historia de poder. Una buena historia para leer (ver) este verano que ya aprieta. Se dedica a la fotografía profesiona­lmente, es un esloveno, se llama Evgen Bavcar, estudió arte en París, Francia, específica­mente en La Sorbona. Se naturalizó francés y posteriorm­ente ingresaría como investigad­or en el CNRS (Centre Nationale de la Recherche Scientifiq­ue). Publicó un celebrado trabajo sobre expresioni­smo alemán. En su país natal, Eslovenia, ofició por un año como profesor. Su primera muestra como fotógrafo profesiona­l fue en París, en 1987. El éxito de dicha exposición lo llevaría entonces a Italia, Alemania, España y Suiza. La primera vez que las fotografía­s de Bavcar llegaron a América Latina, específica­mente a México, la muestra convocó a más de siete mil personas inmediatam­ente.

Sobre Evgen Bavcar se han filmado varios documental­es y largometra­jes, por ejemplo: la directora de cine australian­a, Jocelyn Moorhouse filmó “Proof”, largometra­je en que el actor Hugo Weaving personific­a a Martín, un fotógrafo que está inspirado en la vida de Bavcar. Una novela, “The Magician’s tale”, de David Hume presenta a un personaje inspirado también en la vida del fotógrafo. El mismo Bavcar ha actuado en un filme sobre Gaudí y en un documental sobre el Museo del Louvre... nada de esto tendría de especial en un artista de la talla de este fotógrafo esloveno naturaliza­do francés y reconocido en el mundo entero por su arte, salvo por un pequeño pero inconmensu­rable detalle: está ciego.

Dos accidentes antes de los once años de edad en su lugar de nacimiento, le privaron de la vista gradualmen­te: primero, la pérdida del ojo izquierdo luego de un accidente con la rama de un árbol; posteriorm­ente, los horrores de la guerra jugarían un papel funesto como siempre: la pérdida del ojo derecho debido a la explosión de una mina abandonada. Bavcar perdería entonces la visión a los once años y sólo conoció “visualment­e”, una ciudad, un pueblo: Lokavec, provincia de Eslovenia.

Este moderno Tiresias –el célebre adivino tebano, hijo de la ninfa Cáriclo, el cual fue condenado a la oscuridad, a la ceguera, porque accidental­mente vio desnuda a Palas (epíteto ritual de Atenea)– llegaría entonces al arte que lo ha hecho ya inmortal, a la fotografía, por un amigo fotógrafo que lo llevó de la mano. Dijo Evgen Bavcar en una entrevista pretérita en Europa: “Jamás me asomé a una lente mientras veía. Tomé mis primeras fotos ya ciego; y tuve la suerte de conocer a un fotógrafo que me presentó su oficio como una profesión que yo podría ofrecer”. ¿Un fotógrafo ciego? Nada es imposible, lo que sería un insalvable escollo para un ciego, para el esloveno fue una bendición y una oportunida­d. Luego se convertirí­a en su vida misma. El arte mismo en su vida. No todo le fue sencillo ni accesible.

ESQUINA-BAJAN

En sus inicios, éste puso un anuncio, un aviso de ocasión en la célebre revista “Paris Match”: “Fotógrafo ciego busca modelos”. No recibió ni una llamada. Socarrón y reflexivo, Bavcar dijo: “He aprendido mucho acerca del mundo visible gracias a la fotografía. Por ejemplo, de las mujeres. Necesitan ser miradas y conozco bien la incomodida­d que sienten ante alguien que no puede verlas”. El fotógrafo ciego sabe de lo que habla: tiene varias series temáticas y sus fotografía­s blanco y negro se pueden agrupar como sigue, según los expertos: vista táctil, caricias de la luz, nostalgia de la luz, y Eslovenia. Y en algunas de ellas se muestran desnudos femeninos. Pero en su momento y cuando publicó el anuncio, nadie se comunicó.

El caso alucinante de este fotógrafo ciego no es el único, pero sí es uno de los más famosos y mediáticos. En USA hay tres fotógrafos ciegos: Terry Hammon, Richard Miller y John Dugdale. Los dos primeros nacieron ciegos y Dugdale, como Bavcar, perdió la vista luego de un efímero y fugaz paso por el mundo de la visión, los colores y las formas. Dugdale perdió tres cuartos de su vista a causa del sida, pero siguió trabajando con su cámara. Y es que esto de perder gradualmen­te la visión, aguza otros sentidos y se percibe tal vez mejor el mundo. Aunque, para una persona que va yo por algún tiempo de su vida, la oscuridad total jamás existe. Jorge Luis Borges así lo dejó plasmado en varias entrevista­s. Borges “veía” tonos de colores. Manchas, pero nunca la “oscuridad” que todo mundo se imagina.

Una historia de poder como pocas: Evgen Bavcar, en alguna ocasión, sostuvo una animada charla sobre el paisaje con un pasajero en un largo traslado, “pero él viajaba más lejos, y para bajarme, debí buscar mi bastón hasta entonces disimulado.” En un episodio más sobre la ceguera, de cómo se vive con la ceguera, Bavcar conoció a una mujer por teléfono, como la mujer naturalmen­te ignoraba la oscuridad en que estaba sumergido éste, el artista prolongó las conversaci­ones de más, hasta que ella exigió una cita en un café. Todo iba bien, Bavcar llegó temprano a la cita y “para mayor verosimili­tud, coloqué entre mis manos un periódico y, sentado a la mesa, hice de cuenta que lo leía. Luego, entre el ruido, reconocí la voz del teléfono. Quería saber por qué estaba sosteniend­o el periódico al revés”. Alguna vez lo platiqué aquí, mi madre en el invierno de su vida y por la emperrada diabetes que padecía y de tanta insulina recetada, perdió la vista. Este escritor una vez por semana y en mi día libre, me ponía una venda perfectame­nte anudada en mis ojos y trataba de aguantar el mayor tiempo posible, tratando de hacer una vida “normal” sin ver. Hágalo estimado lector, da otra visión de la realidad de la visión.

LETRAS MINÚSCULAS

Evgen Bavcar, es fotógrafo, es ciego y es uno de los más reputados en este arte en el mundo.

 ??  ?? JESÚS R. CEDILLO
JESÚS R. CEDILLO

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico