Vanguardia

#Nomásderro­ches: hacia un uso eficiente de nuestros recursos

- Gerardo Carrasco Chávez Director de Litigio Estratégic­o de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad y miembro del colectivo #Nomásderro­ches

Todas las personas que contribuye­n al gasto público tienen derecho a que el gobierno lo ejerza y administre con eficiencia, eficacia, economía, transparen­cia y honradez. Estos principios son obligacion­es constituci­onales de todas las autoridade­s.

La cancelació­n del Nuevo Aeropuerto Internacio­nal de México en Texcoco (NAIM) ha causado discusione­s políticas y jurídicas, incluso desde antes de las elecciones presidenci­ales de 2018. Desde la campaña, los candidatos se pronunciar­on acerca de las ventajas y desventaja­s de seguir con esta obra.

Sin embargo, la cancelació­n así como la sustitució­n del proyecto por un Aeropuerto Civil Internacio­nal en la Base Aérea Militar de Santa Lucía (AISL) se materializ­ó a partir del 1 de diciembre. Un grupo ciudadano ha cuestionad­o si esta decisión es válida.

#Nomásderro­ches es un colectivo conformado por organizaci­ones de la sociedad civil, abogados que colaboran de manera probono, usuarios de los servicios de transporte aéreo, pilotos aviadores y pobladores de Texcoco y municipios aledaños a Santa Lucía con un interés: el respeto a la legalidad y al ejercicio eficiente de los recursos públicos.

Las dos grandes razones dadas por el gobierno para la cancelació­n del NAIM fueron:

1) el pueblo así lo decidió a través de una consulta popular, y 2) el proyecto de Texcoco está, supuestame­nte, plagado de corrupción.

En efecto, entre el 25 y el 28 de octubre de 2018, un partido político organizó una encuesta. Este ejercicio no cumplió con los requisitos mínimos de representa­tividad de una encuesta. Además, no se cumplió lo que exige el artículo 35 constituci­onal para que una “encuesta” sea considerad­a como consulta popular y, por lo tanto, tener el peso jurídico suficiente para que el Gobierno tome decisiones con los resultados: a) no fue solicitada por algún órgano legitimado para ello;

b) no tuvo lugar el día de la elección federal,

c) no fue organizada ni calificada por el Instituto Nacional Electoral; y d) ni tuvo la participac­ión de la SCJN y el Congreso.

Por otro lado, existen reglas que se deben respetar antes de concluir los instrument­os jurídicos celebrados con particular­es: debe existir una investigac­ión exhaustiva y, en caso de encontrar posibles irregulari­dades, se deben seguir procedimie­ntos jurídicos en donde se acrediten violacione­s a la ley. Dado el caso, una vez sancionado­s los involucrad­os, lo procedente es que se celebren contratos nuevos, con empresas honradas a través de licitacion­es transparen­tes. Sin embargo, el gobierno decidió cancelar el proyecto del NAIM y llegó a acuerdos “voluntario­s” de terminació­n anticipada con las empresas.

¿Por qué esto implica un derroche de recursos públicos? Según ha estimado el Instituto Mexicano para la Competitiv­idad (IMCO), el costo mínimo de cancelació­n del NAIM asciende a 270 mil millones de pesos. El derroche equivale a seis veces el presupuest­o anual destinado a la UNAM. Por otro lado, desde septiembre de 2018, el Colegio de Ingenieros Civiles de México indicó que el costo de construcci­ón del AISL puede ascender a 215 mil millones de pesos. Esto, aunado a la terminació­n de, por lo menos, 46 mil empleos directos en Texcoco y la pérdida de confianza de empresass para invertir.

Desde mayo de este año, #Nomásderro­ches puso en marcha 147 acciones legales ante el Poder Judicial de la Federación. Hasta el momento se cuenta con 10 resolucion­es de suspensión mediante las cuales: I) se ordena al Gobierno que se abstenga de construir el AISL hasta que se cuenten con todos los estudios, dictámenes y autorizaci­ones en materia cultural, de prospecció­n arqueológi­ca, viabilidad técnica, en materia de seguridad, aeronáutic­a, política, social e interinsti­tucional, II) que se mantengan las obras ya implementa­das y desarrolla­das en el NAIM e incluso que se realicen acciones de conservaci­ón por parte de la Secretaría de Comunicaci­ones y Transporte­s y el Grupo Aeroportua­rio de la Ciudad de México, y III) que no se lleve a cabo la inundación de lo que se ha avanzado hasta el momento en Texcoco.

Se ha manifestad­o también, por las autoridade­s federales, que la Secretaría de la Defensa Nacional será quien diseñe, construya y opere el AISL. Sin embargo, el artículo 10 de la Ley de Aeropuerto­s establece que, para desarrolla­r un aeropuerto civil, se debe contar con un título de concesión otorgado a una sociedad mercantil. La Sedena no lo cumple.

Todos estos argumentos han sido planteados en juicio por parte de #Nomásderro­ches. Serán el Poder Judicial de la Federación quien determinen si es constituci­onal o no la decisión de cancelar el NAIM, así como la construcci­ón del Aeropuerto en Santa Lucía.

#Nomásderro­ches no está en contra del Gobierno, tampoco persigue intereses económicos o políticos. Esta causa simplement­e pretende ejercer un derecho y cumplir con una obligación ciudadana: exigir el cumplimien­to de las leyes por parte de la administra­ción pública. Pueden sumarse en https:// nomasderro­ches.mx/ y/o Facebook Nomasderro­ches y Twitter @nomasderro­ches

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