Suben hasta 6 veces alertas por corrupción
Tras lanzar plataforma, la SFP reporta que se han disparado las advertencias por presuntas malas prácticas en el gobierno
CDMX.- La Secretaría de la Función Pública (SFP) informó que el número de alertas por presuntos actos de corrupción, acoso sexual y violaciones a los derechos humanos realizados por funcionarios públicos en la plataforma digital Alertadores de la Corrupción aumentaron en los últimos días.
En su cuenta de Twitter la SFP indicó que tras presentarse el programa, el pasado miércoles 7 de agosto en conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional, las alertas pasaron de 120 a 730 hasta el día de ayer.
“El [pasado] miércoles 7 de agosto presentamos en la conferencia de prensa del Presidente nuestro programa Alertadores de la Corrupción. Hasta hoy hemos recibido 730 alertas ciudadanas”, agregó la dependencia federal a través de las redes sociales.
En la presentación de Alertadores de la Corrupción, Irma Eréndira Sandoval Ballesteros, titular de la Función Pública, detalló que en México sólo 4.6% de las víctimas de actos de corrupción denuncian los hechos, generalmente por el temor a sufrir represalias.
Ante esto la secretaria informó que en la plataforma cualquier ciudadano o servidor público puede alertar de actos graves de corrupción, violaciones a derechos humanos, hostigamiento, así como acoso sexual, en los que se encuentren involucrados servidores públicos federales.
Aseguró que la iniciativa busca crear una nueva herramienta que ayude a fomentar la denuncia con base en tres ejes: confidencialidad de los denunciantes, acompañamiento desburocratizador de la denuncia y proactividad de la dependencia federal para combatir los actos de impunidad.
Sandoval aseguró que esta plataforma era una deuda pendiente del Estado mexicano por más de dos décadas, puesto que el gobierno federal “había sido signatario de convenciones internacionales de combate a la corrupción. En la ONU y en todas y cada una de esas convenciones se exigía que el Estado tuviera leyes de protección y estímulo a informantes alertadores internos, [pero] no los teníamos”.