EL CORSÉ, PRENDA DE EMPODERAMIENTO FEMENINO
La prenda tiene su origen en las antiguas civilizaciones de Creta, antes de popularizarse en las cortes absolutistas de occidente.
Durante años fue la vestimenta que definía la feminidad para después considerarse un símbolo de opresión. Ahora, el corsé ha vuelto y, lejos de ser una pieza impuesta, es una prenda de empoderamiento femenino.
El corsé es una prenda elaborada a partir de tejidos rígidos que, mediante una estructura erigida por ballenas metálicas, moldea el cuerpo de la mujer desde la parte inferior del pecho hasta la cadera.
La segunda definición propuesta por la gramática para el término "corsé" es la siguiente: "aquello que constriñe o limita las ideas o la libertad de acción". Y es que, el corsé es, además de una prenda de vestir, todo un icono de simbología a lo largo de la historia, donde ha protagonizado momentos de gloria y de desuso.
Sus orígenes se remontan a las civilizaciones antiguas de Creta, aunque no aparece en Occidente hasta el siglo XVI de la mano de los Medici, para posteriormente ser también protagonista en las cortes absolutistas del siglo XVI y XVII, donde su forma se redefinió además de llenarse de motivos ornamentales.
El propósito de la prenda, era modificar la silueta femenina a merced del canon estético del momento, afinando la cintura y realzando el busto y las caderas desde la temprana edad de doce o trece años.
Con la llegada de la Revolución Francesa, el corsé fue desterrado del vestuario por sus inconvenientes funcionales y de salud, debido a los problemas de respiración y movilidad que originaba.
Siendo una prenda olvidada y cargada de significados negativos, la moda de mitad de los años ochenta de este siglo decidió darle una nueva oportunidad. Esta vez, presentándolo como una prenda exterior, fabricado a partir de materiales como el cuero, y mostrándolo como una prenda de empoderamiento femenino.