LA FIESTA FALLIDA
Es esencial recordar que el éxito de Woodstock estuvo completamente relacionado con el momento que se vivía en Estados Unidos. En 1969, la sociedad estadounidense se estaba recuperando de varios sucesos, entre ellos las protestas contra la guerra de Vietnam, los disturbios raciales y los asesinatos de figuras como Martin Luther King y Robert Kennedy, lo que implícitamente posicionó la paz y el amor de Woodstock como antídoto contra la ira.
Pero aquel espíritu de libertad y paz ha sido imposible de replicar. Muchos hoy se preguntan si sería posible repetir ese paraíso musical, y la respuesta parece ser no. Michael Lang, cofundador del Festival, ha intentado revivirlo varias veces sin éxito. Lo hizo por primera vez en 1994 cuando el heavy metal desentonó con la esencia original. Más tarde, en 1999, tuvo muchas críticas por los disturbios, incendios y acusaciones de agresión sexual. Su fracaso más reciente ocurrió hace un par de semanas cuando anunció que cancelaba la edición prevista para celebrar el aniversario 50 de Woodstock.
Lejos quedó la colosal fiesta de unas 150 mil personas que tenía planificada Lang, en la que iban a participar estrellas de la música de la talla de Jay-z, Miley Cyrus, The Killers, Santana, John Fogerty y Dead & Company. Todos los artistas, apuntó Lang, quedaron libres del contrato que habían firmado, pese a que varios de ellos ya recibieron el pago de sus honorarios, que en total ascendieron a 30 millones de dólares, según informó Billboard.