NO SERÁ EL VERANO DE LOS FICHAJES, SERÁ EL DE LA RECESIÓN
La reunión con la FIFA, en la que se estableció que en México debe haber ascenso y descenso, se realizó en febrero, antes de la pandemia de Covid-19 y mucho antes que se tomara la decisión de abolir esto en la Liga MX, así que — sabiendo este nuevo dato— se sigue confirmando que los equipos que irán al TAS, lo harán por dinero, nada que ver con lo deportivo.
No se sabe cuándo arrancará el Apertura 2020, pero los trabajos de inteligencia deportiva de los equipos de Primera División están realizándose a marchas forzadas. Se les vino la noche, porque —en esta atípica situación— el mercado de fichajes es sumamente extraño, entre la crisis y la incertidumbre. ¿Qué hacer con los futbolistas que acaban contrato?, ¿hacia dónde voltear para refuerzos? En fin, pese a que FIFA amplió la ventana a todo el año y se podrán hacer contrataciones a destiempo, ese no es el real problema, sino la falta de dinero para poder traer a los equipos fichajes rimbombantes.
Para quienes terminan contrato el 30 de junio, la posibilidad de quedarse en el equipo al que aún pertenecen es muy amplia. A diferencia de otros torneos, en los que al futbolista que le interesaba al equipo se buscaba renegociar su contrato con anticipación, hoy es distinto gracias al Covid-19. Simplemente, hasta el pasado viernes no sabían si mantener a sus jugadores a los que estaban por vencérseles los contratos o—de plano— empezar a renegociar.
La alta incertidumbre sobre el regreso del hoy ya cancelado Clausura 2020 hizo que la planificación a futuro inmediato cambiara. No era posible deshacerse de futbolistas que acababan contrato, simplemente porque existía la posibilidad de seguir jugando las siete jornadas restantes y, en algunos casos, la Liguilla.
Así que no será extraño ver a casi todos los equipos con la mayoría de los jugadores que fueron parte del plantel en el año futbolístico anterior. No hay dinero y tampoco hay el tiempo para fichar a un refuerzo que pueda marcar diferencia. Si bien les va, el campeonato mexicano arrancará en julio, mes en el que algunas Ligas también regresarán, y será complejo que los equipos se deshagan de futbolistas, cuando estarán jugando la fase final de sus respectivos campeonatos.
No está fácil, no será el verano de los fichajes, será el de la recesión, porque todos buscarán —en primera instancia— protegerse, en cuanto a la liquidez que pudieran tener para adquirir futbolistas y a los activos con los que contarán. La prioridad será conservar y no arriesgar, antes de sumar jugadores.
Serán muy pocos los cambios de equipos y muchos menos los fichajes que llamarán la atención. A menos que alguna figura emigre al futbol europeo, cuyos clubes también estarán severamente golpeados económicamente, los clubes de la Liga MX tendrán planteles muy similares a los del Clausura 2020.
Lo que sí cambiará serán los contratos que se firmen de ahora en adelante. Los directivos aprendieron la lección y ningún futbolista con nuevo vínculo volverá a cobrar en dólares. Los acuerdos se fijarán a un tipo de cambio y serán pagados en pesos, para evitar un golpe tan severo como el que recibieron durante esta pandemia.