REFUERZAN LUCHA CONTRA COVID CON 11 NUEVAS UNIDADES
En entrevista Antonio Lazcano consideró que a los proyectos todavía tienen muchos problemas pendientes
Al mundo le falta mucho para tener una vacuna en contra del coronavirus, pese a los esfuerzos realizados hasta el momento consideró ayer Antonio Lazcano, investigador de la UNAM en entrevista con el programa Conversando que conduce Carlos Arredondo.
“Los proyectos todavía tienen muchos problemas pendientes. El problema adicional es el poder escalar la producción de vacunas. Garantizar su distribución también para grupos de riesgo. Se están haciendo esfuerzos muy intensos. Nos falta mucho para llegar al punto de tener la vacuna del coronavirus”, dijo el investigador.
Durante la conversión consideró que este grupo de virus no se conoce bien, ya que es muy peculiar en el sentido de tener un genoma muy grande.
LLAMA A DEJAR DE LADO LAS VISIONES DE LOS POLÍTICOS
Ante esa situación, Lazcano llamó a atender a los expertos en esta pandemia y dejar de lado las visiones de los políticos.
“Los políticos deben escuchar a los médicos. Los médicos no deben sufrir presiones de los políticos. Lo que en México no ha ocurrido”, cuestionó Lazcano.
En ese sentido, recordó el episodio en que Hugo López-gatell, subsecretario de Salud y encargado de la lucha contra el coronavirus, consideró que el presidente Andrés Manuel López Obrador no era una fuerza de infección, sino una fuerza moral.
“Los políticos deben tener claro que más que estorbar tienen que ayudar a que el problema se resuelva”, precisó.
Asimismo sostuvo ante las versiones de que el virus no existe, que este tipo de enfermedades se generan con frecuencia.
“La aparición de un virus se da de forma natural. Es un proceso ecológico muy frecuente. Cada animal tiene sus propios patógenos”, aseveró.
Advirtió que atender a teorías conspiratorias, como son las que el virus habría sido creado en un laboratorio, puede tener un costo mortal.
Ante ello hizo un llamado para difundir la ciencia y reforzar el desarrollo de la medicina.
“Es muy mal síntoma que el presidente haya iniciado su mandato denostando a la comunidad científica”, increpó el investigador.