Crea empresa y da trabajo a mujeres de sectores marginados
Saltillense aplica filosofía hindú para apoyar a gente de bajos recursos en su fábrica de productos artesanales
Abelardo cree sin duda que aquel viaje a la India para estudiar yoga y donde vio de cerca otro rostro de la pobreza: de personas viviendo en las calles y comiendo lo que les daba la gente de caridad, influyó de manera determinante en su proyecto de vida.
“Eso me ayudó a aprender mucho y a ayudar a los demás. Se da cuenta uno de que puede hacer muchas cosas por los demás…”, dice.
Abelardo López es el propietario de Kanu “el aroma de México”, una empresa de cosmética natural que elabora jabones, cremas, tónicos y exfoliantes artesanales, a base de plantas con propiedades curativas y frutas.
Un negocio que, en tiempos de crisis por el COVID, ofrece trabajo a mujeres de colonias marginadas.
“La idea era que no nomás fuera un negocio para sacar dinero, sino un negocio donde pudiera aportar algo a la sociedad, a la cultura de ayudarse unos a otros”.
Abelardo, oriundo de Saltillo, cuenta que este proyecto nació en Nueva York cuando, para obtener la visa de trabajo, lo contrataron para la creación de una marca de productos naturales.
“Me contratan unos conocidos que querían crear unos spa y me dijeron ‘queremos que te encargues de todo lo que es la línea de productos naturales’”.
Abelardo que se había licenciado en Ciencias de la Comunicación en la UADEC, en Saltillo, se puso entonces a estudiar mercadotecnia en la ciudad de los rascacielos.
Unas señoras que venían de Francia y que tenían una hacienda donde cultivaban lavanda, le enseñaron a elaborar cosméticos naturales a base mantecas y aceites especiales.
Tras su regreso a México en 2006 a Abelardo se le ocurrió inventar una marca de productos con hierbas y frutas para el cuidado de la piel, mezcladas con esencias mexicanas.
“Se termina la visa de trabajo en Nueva York y yo ya quería estar aquí en mi país, ya extrañaba la comida, la familia y me traje esta idea para acá”, recuerda.
Así nació la empresa Kanu, que en maya significa aroma.
Como una manera de apoyar a la comunidad, la firma se dio a la tarea de reclutar a personas de bajos recursos que trabajaran en la producción de su línea de cosméticos naturales.
Una filosofía que, reforzada por la crisis económica derivada del COVID, se mantiene hasta ahora.
Actualmente Kanu brinda una alternativa de empleo a mujeres que se mantienen en resguardo debido a la pandemia, y trabajan desde casa en la confección de bolsas de yute, y otros materiales reciclados, que se utilizan como envoltorios de regalo de estos productos.
“Gente que está batallando, que es de bajos recursos…”, agrega Abelardo.
Con 14 años en el mercado, esta compañía se ha especializado en la fabricación de jabón artesanal hecho a mano, cortado a mano, etiquetado a mano, empaquetado a mamo…
Mientras Miguel González, el socio de Abelardo, se encarga de promover y vender los cosméticos vía redes sociales, para evitar que la gente salga de casa, y entonces los productos son entregados en las puertas de los hogares o enviados por paquetería a todo el país.
“Se está desarrollando muy bien, hemos tenido muy buenos resultados, la gente nos ha apoyado mucho…”, dice.
En el jardín botánico de
La idea era que no nomás fuera un negocio para sacar dinero, sino un negocio donde pudiera aportar algo a la sociedad”. Abelardo López.
su casa del fraccionamiento San Lorenzo, Abelardo cuida con esmero de sus sembradíos de sábila, lavanda, mandarina, romero, yerbabuena y geranios, cuyos aceites esenciales son indispensables para la elaboración del jabón artesanal.
Toda vez que Abelardo alterna las actividades de su empresa social con la impartición de cursos y talleres sobre cosmética natural y publicidad.