Muere la escritora Shirley Ann Grau a los 91 años
Shirley Ann Grau, escritora galardonada con el Premio Pulitzer cuyas novelas retrataban por igual los oscuros secretos y la belleza del Sur Profundo, ha muerto
NUEVA ORLEANS.- Shirley Ann Grau, una escritora galardonada con el Premio Pulitzer cuyas historias y novelas retrataban por igual los oscuros secretos y la belleza del Sur Profundo, ha muerto. Tenía 91 años.
Grau falleció el lunes en un centro para personas con problemas de la memoria en Nueva Orleans por complicaciones de un derrama cerebral, informó su hija Nora Mcalister el miércoles. Señaló que la familia no planea un funeral o misa para la autora, de acuerdo con sus últimos deseos.
Grau ganó el Premio Pulitzer en 1965 por su cuarto libro, “The Keepers of the House”.
"Llegué a la casa del jardín de infantes y la encontré llena de reporteros, no sabía lo que estaba pasando”, recordó Mcalister.
El libro fue elogiado por la crítica, pero también le valió amenazas por teléfono por su retrato de un largo romance entre un hombre blanco rico y su sirvienta negra en la Alabama rural.
Grau dijo que integrantes del Ku Klux Klan, molestos por el libro en medio del calor por el movimiento por los derechos civiles, trataron de quemar una cruz en su jardín en el suburbio de Metairie, cerca de Nueva Orleans.
Al parecer olvidaron su pala y no pudieron fijar la cruz en el suelo, así que la quemaron sobre la tierra, dijo a The Associated Press en 2003.
"Quemó unos cuantos metros de pasto y asustó a los vecinos, pero yo ni siquiera estaba ahí, estaba en Martha’s Vineyard. Fue un final como de Groucho Marx”, dijo.
Sus seis novelas y cuatro colecciones de cuentos se desarrollan en el Sur Profundo, de Nueva Orleans al norte de Luisiana y en Alabama.
Mcalister dijo que cuando era adolescente alguna vez entró a la cocina de su casa de veraneo en Martha’s Vineyard y encontró a su madre cortando verduras y aparentemente hablando sola.
Sorprendida, le preguntó a su madre lo que hacía. Grau respondió: “Mis personajes están hablando”.
"Eso me pareció completamente lógico y ahora entiendo lo que estaba haciendo, estaba trabajando”, dijo Mcalister.