CAMBIO DE ERA
PITTSBURGH.- Ben Roethlisberger regresó para otra oportunidad, confiando que su última actuación no sería una derrota desigual en la primera ronda de los playoffs.
Incluso con sus mejores amigos fuera. Incluso con un coordinador ofensivo debutante. Incluso sabiendo que tendría una línea ofensiva completamente reconstruida. Incluso con una serie de novatos que posiblemente dominarán más adelante.
El eterno quarterback de los
Steelers de Pittsburgh y futuro
Salón de la Fama tuvo como recompensa una improbable aparición en postemporada y una derrota desigual en la primera ronda.
La atribulada temporada de
Pittsburgh llegó a su final al perder 42-21 ante Kansas City el domingo. Los Steelers (9-8-1) llegaron al Estadio Arrowhead con pocas posibilidades entre los 14 equipos que avanzaron y ello se palpó.
Los problemas que los plagaron todo el año — las ineficaces jugadas del coordinador ofensivo Matt Canada y una defensa que sufría de visita — se manifestaron en los últimos tres periodos. Patrick Mahomes hizo lo que quiso cuando quiso.
La carrera de Roethlisberger posiblemente llegó a su fin con un pase de 11 yardas a Zach Gentry cuando expiraba el reloj. El jugador de 39 años y que está casado y con tres hijos se reunió brevemente con
Mahomes en el centro del campo, saludó a los aficionados vestidos de negro y dorado y que se quedaron hasta el amargo final, posteriormente atravesó el túnel — y para emprender la próxima fase de su vida.
“Siendo un esposo y padre nunca tienes un día libre”, admitió. “Tienes que seguir y así mientras te mueves de uno a otro capítulo, será diferente, pero divertido”.
Roethlisberger ha participado en 249 partidos de temporada reguuna lar en su carrera de 18 años, y el del domingo fue su partido 23 de playoffs iniciado. Finalizará a su carrera de élite, en el Top-10 de la mayoría de categorías de pase de por vida, incluyendo quinto de todos los tiempos en yardas por pase, octavo en touchdowns por pase, y los dos títulos de Super Bowl.