LA ESTACIÓN FINANZAS, FUERA DEL AIRE
Durante cuatro meses, la estación de monitoreo del aire instalada en el edificio de la Secretaría de Finanzas en Saltillo, ha dejado de enviar información a través del sitio que reporta en tiempo real el nivel de contaminantes; el World Air Quality Index. En todo este tiempo, los saltillenses hemos desconocido la calidad el aire que respiramos, o sea volamos sin radar.
Para conocer la causa de esta interrupción hice un par de llamadas a la Secretaría del Medio Ambiente de Coahuila, (SEMAC) donde fui informado que el motivo se debe a que dicha estación se encuentra en mantenimiento. La página de Facebook de dicha Secretaría tampoco ha difundido información sobre el aire en Saltillo, pues se alimenta del equipo instalado en Finanzas.
La persona que me atendió en la SEMAC, me señaló que dentro de tres semanas estaría operando de nuevo la estación ubicada en el Centro Histórico de nuestra ciudad, y que los trabajos de mantenimiento están a cargo de una empresa foránea. Ignoro si la realización de esta clase de actividad es tan prolongada, si faltan insumos o la dependencia encargada del medio ambiente en Coahuila no tiene dinero.
En una nota informativa de la SEMAC, con fecha del 11 de marzo de 2021, se informó que a finales de febrero de ese año se les dio mantenimiento a las estaciones de Saltillo, Monclova y Piedras Negras, las cuales están enlazadas en tiempo real al Sistema Nacional de Información de Calidad del Aire (SINAICA).
En otra nota publicada al 24 de julio de este año, la SEMAC dio a conocer que se instaló un sensor de bajo costo, denominado “Kunak AIR Pro” en la estación Finanzas, al respecto la nota informa que: “Estos dispositivos son de bajo consumo de energía, construidos para medir y controlar de forma remota la concentración de contaminación del aire, de varios gases y partículas suspendidas”, agregando que estos dispositivos “proporcionan una amplia gama de posibilidades para monitorear y controlar la calidad del aire en el medio ambiente”.
Lo anterior fue declarado por el Subsecretario de Gestión Ambiental de la dependencia estatal, informando además que dicha dependencia cuenta con un programa permanente de monitoreo de la calidad del aire en Coahuila. Por lo visto dicho seguimiento no es tan permanente. Como dijera el clásico: “Honrao, honrao, lo que se dice honrao…”.
Pero algo pasó, ya que luego de instalarse los dispositivos mencionados, a partir de principios de agosto, la estación ubicada en el Centro Histórico de Saltillo lleva ya cuatro meses fuera del aire –más lo que se acumule–, siendo esto una grave omisión, aunque a veces pienso que no hemos reparado cabalmente en la necesidad de contar con un seguimiento puntual de la calidad del aire que respiramos.
Sin embargo, deberíamos de preocuparnos, si consideramos que en Coahuila se presentan al año 250 mil casos de enfermedades respiratorias agudas, las que se incrementan en la temporada invernal. Por cierto, de manera oficial, no se vinculan estas enfermedades con la contaminación ambiental. Lo anterior de acuerdo con el trabajo de Lucía Pérez Paz. (Semanario de VANGUARDIA, 28 de noviembre de 2022)
En el caso de nuestra ciudad, resulta de particular interés el rectángulo de la contaminación; el espacio comprendido entre Isidro López y el bulevar Venustiano Carranza, que corren en forma paralela hasta llegar a los límites del municipio de Ramos Arizpe. En esta zona se encuentra la colonia la Salle de Saltillo, cuyos vecinos por cerca de 10 años han venido padeciendo altos niveles de contaminantes.
Las finanzas estatales sufren fuertes restricciones, como lo comprueba el hecho de haber solicitado un crédito por 800 millones de pesos a la Secretaría de Hacienda, para cubrir sueldos de la burocracia estatal. Sin embargo, habría que buscar la forma de invertir en el medio ambiente, pues los gastos de salud derivados de las enfermedades respiratorias serían mayores.
En la entidad se cuenta con nueve inspectores federales –insuficientes– para vigilar que se cumpla la ley. Lo cierto es que en la capital de Coahuila vamos para cinco meses sin información acerca del aire que respiramos. ¿Qué piensan al respecto los ecologistas locales?