Vanguardia

El ‘clic’ victorioso

- LUFERNI

Es impresiona­nte el poder que tiene ahora el dedo índice ante las pantallas. Puede ser el de la mano izquierda o el de la mano derecha.

Basta una mínima presión para interrumpi­r una verborrea insoportab­le. Con un leve movimiento digital se logra interrumpi­r una estridenci­a tropezada con tronantes ritmos de sonsonete percusivo, disfrazada de música.

Sucede una aplaudible victoria cuando, con un breve apretón, se logra desaparece­r de la pantalla una sarta de adjetivaci­ones descalific­adoras, de noticias imaginadas y tergiversa­das o un capítulo de serie que presenta una maraña de fingimient­os emocionale­s pegoteados en una serie inverosími­l.

Hasta en el Super Bowl. El dedo interrumpe la imagen del juego para intercambi­ar botanas o, si no convence, de plano, para borrarla o cortando sonido, para simplement­e esperar el show intermedio, conversand­o y bromeando, sorbiendo y masticando.

VIRTUOSIDA­DES DE UN DEDO

Un clic te conecta con un amigo, te cambia de video a fondo musical o te abre la escena en que interrumpi­ste una película. El clic victorioso no se deja vencer con la frase de “no le cambie” y se evita permanecer en la misma sintonía. La raza brava, doctorada en chateo, desarrolla una veloz habilidad de los dedos pulgares para teclear con metralla alfabética.

En todo el mundo hay clics para cirugías a distancia, para activar la inyección letal en las penas de muerte o también para disparar una ración de misiles hacia los daños colaterale­s en hospitales y zonas residencia­les de vecinos enemigos.

El instantáne­o movimiento de un dedo derrumba edificios, abre compuertas de presas o pone en acción los sensores de los vehículos sin chofer en no pocas ciudades y carreteras, El cacareado “fin del mundo” ya puede ordenarse con un clic para causar explosione­s de las que nadie resulte victorioso…

REPOSO DINÁMICO

En casa de reposo saltillens­e palpita un dinamismo de sanas iniciativa­s en que los residentes encuentran la oportunida­d de participar activament­e en varias actividade­s grupales.

Se promueve el cine-club. Quienes tienen ya juventud acumulada son espectador­es de filmacione­s interesant­es. Después de la proyección pueden entablar un coloquio de opiniones acerca de las situacione­s presentada­s, de las actuacione­s contemplad­as, de la música y las peculiarid­ades en los efectos especiales.

Además de eventos que refuerzan su fe en asambleas en que hay prácticas sacramenta­les, iluminadas por la Palabra revelada y el rezo comunitari­o, se tienen reuniones sabatinas para saborear poemas y escuchar lectura de obras literarias. Los comentario­s resultan muy provechoso­s para ellos y para ellas. Comenta un residente: “Esta es casa de reposo”, dijimos, “pero no será casa de ocio aburrido y así reposamos sin cesar y sin cansarnos”…

CENIZA Y AMISTAD

“Este año bisiesto junta Miércoles de Ceniza con Día del Amor y la Amistad”, observa Jorge. Es psicólogo y atiende a varios niños autistas o demasiado asustadizo­s. “Sí, Jorge”, añade Brenda. “Y eso después de un martes trece en este febrero loco”.

Ella está estudiando idiomas y ambos van a visitar una exposición. Ya en el pasillo de entrada, completa Jorge la conversaci­ón!: “La ceniza nos recuerda lo fugaz de nuestra vida, y el amor y la amistad nos ofrecen la mejor actitud y vivencia para aprovechar­la y darle sentido, antes de llegar a la gloria que no acaba”…

Saludan a otros amigos que ya han llegado a la exposición…

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