SÓLO 30% DE ARTISTAS VIVE DE SUS OBRAS
A pesar de una mayor oferta cultural, a pocos artistas les resulta redituable Más de la mitad de los creadores en la localidad requiere un segundo trabajo Siete de cada 10 artistas se financian de esquemas y becas del gobierno
Vivir de hacer arte es difícil. A pesar del incremento en la oferta cultural,
el surgimiento de programas, becas o festivales, los artistas se enfrentan a una estructura difícil de derrumbar: la mayoría requiere de un segundo empleo o se tiene que autofinanciar, muchas veces inclusive con pérdidas.
SEMANARIO conversó con 30 creadores saltillenses que se desempeñan en las áreas de artes visuales, teatro, danza, literatura, música y gestión cultural, para conocer la manera en que llevan a cabo su quehacer artístico. Vivir del arte no es sencillo, pues la mitad ha tenido que recurrir a un segundo trabajo para subsistir en algún momento de su trayectoria, y normalmente este segundo trabajo es su principal fuente de ingresos.
Los datos reafirman mucho de lo que ya se intuye sobre la situación, aunque el ejercicio también arrojó nueva información que contrasta incluso con estudios similares realizados a escala nacional y muestran la particularidad de la escena local: no más de tres de cada 10 creadores viven de su arte.
Asimismo, independientemente de si viven o no de su arte, los creativos en la capital coahuilense dedican en promedio de un 30% a un 70% por ciento de sus ingresos a la producción de sus proyectos, una inversión que solo se recupera o supera menos del 50% de las ocasiones. Para el resto crear implica pérdidas.
“Básicamente te alcanza para ejecutar tu idea, comprarte algo extra y se acabó”, respondió la bailarina y coreógrafa Penélope Quero sobre el tema.
Pocos son los que reciben apoyo de la iniciativa privada, es por eso que la mayoría de los artistas, un 70 por ciento, se financia de esquemas como el Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico PECDA, otorgado por las Secretarías de Cultura federal y estatal o el Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales, EXFONCA.
Aunque depender de estos esquemas signifique depender de la burocracia, los atrasos en pagos y estímulos.
“Una de las cosas está más desatendida por las instituciones culturales es que no toman en cuenta los tiempos de la gente que trabaja del arte, solo los tiempos burocráticos. Los funcionarios públicos reciben un pago fijo, mientras que los trabajadores de la cultura tienen que esperar, un mes, dos meses, tres meses o nunca le pagan algo y que ya hizo su trabajo, ya hizo su inversión”, comentó Penélope Quero.
El presupuesto de la Secretaría de Cultura para este año es de 244.9 millones de pesos, 23 millones más que el presupuesto asignado en 2023. Aunque la mitad del presupuesto es absorbido por la nómina, según datos públicos en la Plataforma de Transparencia.