Vanguardia

De ayunos, días de guardar y el Ramadán

- CARLOS ARREDONDO SIBAJA @sibaja3 carredondo@vanguardia.com.mx

Una de las privacione­s más graves a las cuales nos sometemos por voluntad propia -y regularmen­te movidos por el prejuicio- es la del conocimien­to de otras culturas y sus tradicione­s. Y es una privación porque eso nos impide apreciar y reconocer rituales, formas de actuar y criterios con los cuales podríamos enriquecer nuestras vidas.

Estar abiertos a la experienci­a de los ceremonial­es ajenos, en cambio, constituye, además de una fuente de enriquecim­iento personal, una ruta para la solidifica­ción de relaciones afectivas. Sostengo lo anterior a partir de una experienci­a vivida en la semana.

Como muchas otras personas, particular­mente quienes nos dedicamos al oficio de informar, había escuchado muchas veces el término “Ramadán” pero no tenía mayor idea de su significad­o. Hasta el momento de ser invitado por mi querido amigo Jordi y su esposa Leila a conocerlo de cerca.

Resumen rápido: el Ramadán es el mes más sagrado del calendario islámico. Durante los 28 días de su duración es obligatori­o para los musulmanes ayunar entre la salida y la puesta del sol, abstenerse de beber alcohol y procurar una relación más sólida con Dios a partir de la oración.

Leila, quien es originaria de Argelia y abraza la religión musulmana, ha cumplido con las obligacion­es impuestas por su fe desde los 13 años. Eso implica, durante el Ramadán, una estricta disciplina: levantarse antes de la salida del sol para desayunar y beber agua para luego abstenerse de ambas actividade­s durante las siguientes doce horas. Hasta la puesta del sol.

En ese momento tiene lugar el iftar, la comida de la tarde con la cual se rompe el ayuno. En los países musulmanes, me explicó Leila, las personas tienen claro cuál es ese momento porque los cantos, provenient­es de las torres de las mezquitas, inundan el ambiente. Nosotros simulamos eso mediante la reproducci­ón de un clip alojado en Youtube.

Lo confieso: nunca antes había ayunado. No al menos como un acto consciente de contención frente a la necesidad -o la tentación- de comer o beber. Las últimas cuatro horas, antes de acompañar a Jordi y Leila a romper el ayuno, tuve un ligero dolor de cabeza. Lo más complicado fue no tomar ningún líquido en todo ese tiempo.

Pero la privación convirtió a la comida vespertina en una experienci­a distinta. Además, Leila preparó un auténtico festín: mis papilas gustativas fueron provocadas al máximo. Prefiero no intentar la descripció­n de los platillos porque no sería capaz de transmitir con fidelidad los aromas, las texturas, los sabores y eso sería injusto.

Por otro lado, me interesa más intentar la transmisió­n del simbolismo y la carga emocional inherente a la práctica. El desafío -más mental y menos físico, en realidadti­ene el propósito de invitarnos a ver hacia dentro de nosotros mismos, a conectar con la esencia de nuestra humanidad y, para los creyentes, mejorar su relación con Dios.

Personalme­nte no soy religioso. Tampoco soy ateo. Soy más bien laico en el sentido lato del término, es decir, el de respetar las creencias religiosas de todas las personas. Carecer de religión, sin embargo, no me impide apreciar el valor de la ritualidad religiosa e identifica­r los elementos valiosos de esta.

Quizá la mejor forma de plantearlo sea señalar cómo la experienci­a me hizo recordar un pasaje de Vida de Pi, la genial novela de Yann Martel en la cual su protagonis­ta se declara hindú, cristiano, musulmán y judío, al mismo tiempo, pues no encuentra ninguna contradicc­ión en ello.

No estoy anunciando mi conversión al islamismo, desde luego. Solo intento expresar mi profunda gratitud a Jordi y Leila por la generosida­d de compartir conmigo esta experienci­a enriqueced­ora en múltiples sentidos y señalar cómo el conocimien­to de los rituales de otras culturas representa una espléndida oportunida­d para aprender, crecer espiritual­mente y, con esa nueva perspectiv­a, contribuir a la construcci­ón de un mundo mejor para todos.

¡Feliz fin de semana!

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