Huellas, tejidos y cactáceas visibilizan la odisea migrante
El artista y arquitecto mexicano inauguró la exposición ‘Migraciones’ en el Museo del Desierto, donde muestra piezas que a través de la pintura, el textil y el performance dan cuenta de su preocupación por la realidad de los migrantes
La huella, el paso, el movimiento y el reconocimiento de las necesidades que impulsan a alguien a dejar su hogar, son algunos de los elementos que pueblan la obra del artista mexicano Gabriel Sánchez Viveros en su exposición “Migraciones”, una serie que muestra su preocupación por esta problemática global.
Inaugurada el pasado viernes en la galería de exposiciones temporales del Pabellón II del Museo del Desierto, con la presencia del también arquitecto, la colección está integrada por obras que reconocen las dificultades de esta situación, a través de la huella de los pies, las cactáceas y la experiencia del autor como un viajero.
“No queremos quedarnos como un museo lleno de vitrinas para recordar el pasado, somos un museo que está pensando en la comunidad, estamos interesados en la sociedad y la visibilidad que tú le das a la migración, nos llega de gusto y de alegría”, expresó Arturo González, director del MUDE, durante la ceremonia de inauguración, en la que también estuvo presente el curador de la muestra Antonio de Hoyos, y la Directora de Divulgación Científica del museo, Claudia Luna Fuentes.
La expo parte del símbolo de la cactácea como elemento que resiste y se adapta. Una familia de plantas que se encuentra en todos los rincones del mundo de alguna manera, pero que cuenta con especímenes únicos que han sido traslados desde sus lugares de orígenes a otros, como los nopales,
ejemplo que Sánchez Viveros puso durante su intervención y recorrido de la muestra, para hacer énfasis en lo natural que es la migración.
En las obras los nopales son creados con las huellas de los pies del autor, pintadas de naranja o verde, para formar las pencas, que a su vez se pueden ordenar en siluetas de personas, como representantes de los migrantes, en composiciones hechas sobre papel amate.
“Una de las cosas que me maravilló estando en Arabia Saudita fue encontrar nopales, que hablan de la migración, esa planta de nuestra América, de nuestro México, que ha poblado el mundo, porque hasta en
Australia se encuentran”, explicó Sánchez Viveros.
Si bien reconoce que su estatus como migrante ha estado lleno de privilegios —trabajó en Arabia Saudita contratado, para príncipes, con muchos beneficios—, eso no quiere decir que no haya sido víctima de alguna tipo de discriminación u opresión, ni que sea incapaz de ver las dificultades a las que se enfrentan millones de personas de Centro y Sudamérica y México en su viaje para llegar a Estados Unidos.
“Si nosotros no educamos a nuestros hijos y a los adultos… tenemos que hacer un cambio, porque al rato vamos a desaparecer nosotros también. La naturaleza va a cambiar y se va a adaptar, pero nosotros ya no estaremos. Esta exposición es un homenaje sí a los migrantes, pero también a las plantas, a todo este mundo que vive y que gracias a él nosotros podemos vivir”, expresó.