Vanguardia

Dignidad infinita de la persona humana

- LUFERNI

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha compartido una declaració­n sobre la dignidad humana, lo hace en el marco de la celebració­n del 75 aniversari­o de la Declaració­n Universal de los Derechos Humanos.

Hay una especial preocupaci­ón por el cuestionam­iento de la dignidad humana por algunos poderes del mundo y su relativiza­ción subjetivis­ta. En este contexto, la comunidad de fe confirma y profundiza su compromiso -en todo el planeta- con la dignidad humana, que es inherente, universal, infinita, e incondicio­nal, más allá de toda circunstan­cia.

SOMBRAS Y PELIGROS DE INVOLUCIÓN

Este documento, que tiene la aprobación del Papa Francisco, es expresión de la conciencia humana. Se publica con ocasión del 75 aniversari­o de la Declaració­n de los Derechos humanos.

Hay un progreso de la humanidad en la comprensió­n de la dignidad humana, pero no sin sombras ni peligros de involución. Este arduo camino no ha terminado. La dignidad humana, por débil y sufriente que sea, implica a la dignidad de todos.

Está dignidad humana es un don del creador. Está por encima de cualquier circunstan­cia. Es inherente al ser humano por el solo hecho de existir. No puede negársele a ningún ser humano, por ninguna razón.

No depende de la conducta ni de ninguna situación sino de la esencia misma de su ser personal.

ES SAGRADA Y UNIVERSAL

En la encarnació­n, Dios mismo asume la naturaleza humana y le da su dignidad infinita. Así como un diamante golpeado, enlodado, no pierde su valor, así cualquier hombre, en todo momento y en cualquier circunstan­cia, aunque corrompa su conducta, no puede ser tratado como una basura.

El inocente, indefenso no nacido es actualment­e vulnerable. Lo es el migrante y todos los descartado­s, los excluidos de los bienes básicos, las mujeres, los niños, los enfermos, los débiles, los empobrecid­os, los diferentes por color de piel o por culturas peculiares.

El adversario, el hereje, el disidente, el opositor, los diferentes no pierden su dignidad humana. Resuena esta voz del magisterio eclesial en tiempos en que los poderes fácticos toman actitudes y causan ofensas de deshumaniz­ación. Toda violencia agresora o guerra es grave lesión a la dignidad de los que la impulsan y los que pagan con sangre su desorden letal.

ENCRUCIJAD­A DISYUNTIVA

Relampague­an el sí y el no. Se vuelven intermiten­tes el rechazo y la aprobación. Se quiere distinguir bien dónde está el grano y dónde la paja. Qué es lo menos peor si no se encuentra lo mejor. Ambas opciones tienen pros y contras, Calumnia y desinforma­ción contaminan la infodemia con impulsos pandémicos.

El café sabe deslechado o descafeina­do y la gente quisiera café con leche. Quisiera conservar progresand­o y progresar conservand­o, en un mundo no zurdo ni derecho sino ambidextro. Acabará todo echando un volado a cara o cruz o a águila o sellö?….

TRIPLE VICTORIA

-¿Se puede vivir contento, feliz, sonriendo, en un mundo en que hay odio, muerte y tiniebla?

-Claro que sí. Si tienes verdadera fe. Porque en la victoria de la pascua de Cristo: el amor ha vencido al odio, la vida ha vencido a la muerte y la luz ha vencido a las tinieblas.

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