Toro de lidia en riesgo de desaparecer
Tras la polémica sobre si retirar o no la prohibición de la Fiesta Brava en Coahuila, un aficionado de origen español en Saltillo compartió para VANGUARDIA que, de mantenerse la prohibición, el toro de lidia corría peligro de extinguirse.
Dijo que en España, los toros son el segundo espectáculo de masas, genera 10 veces más ingresos por Impuesto sobre Valor Añadido en cualquier producto de consumo que el cine y acuden más personas a las plazas de toros que a las salas de cine.
“Es el segundo espectáculo de masas y el primer espectáculo cultural en el País en cuestión de generación de riqueza y de afluencia de público. Los toros es la fiesta del pueblo, está enraizada en el pueblo y es la expresión de la fiesta de cualquier pueblo, y como tal se refleja en la asistencia del público a todo espectáculo taurino, tanto de plazas de toros, como sueltas en la calle. , encierros taurinos y el recorte”, explicó Alfonso Carlos Jiménez Morales, originario de Sevilla, España, fabricante de calzado y aficionado práctico taurino.
Su importancia no solo reside en lo económico, sino que tiene un valor ecológico, pues es fundamental para conservar la dehesa, espacio a campo abierto para criar toros bravos, áreas protegidas que también son refugio para animales salvajes y que poseen una gran riqueza en flora. y fauna.
“La dehesa es la gran riqueza de la naturaleza, refugio de animales, la dehesa prácticamente está creada para albergar el toro bravo, si no fuera por el toro de lidia, no existiría, es el hábitat natural del toro”, j ustificó.
Si desaparecen las corridas de toros, indicó, desaparece el toro de lidia. El toro de lidia económica e industrialmente es improductivo; el valor del toro radica en su bravura en el ruedo, en producto cárnico no es productivo, hay otro tipo de res donde en menos de un año alcanzan 800 kilogramos, listos para la venta en carne, mientras que el toro de lidia requiere de 4 años para llegar a los 500 kilos, pero como industria cárnica no es explotable, afirmó.
“El toro bravo llega al final de su vida con cuatro o cinco años a un festejo taurino por su bravura, pero puede alcanzar, gracias a su bravura, el indulto y llegar a los 15 años de vida. El valor de una ganadería está en el toro, de novillos o de adultos se lidian en las plazas, no se desecha ninguno: el toro de lidia le da vida a la ganadería”, aseguró.
Además, los toros solo pueden lidiarse una vez; todos los machos son productivos y logran que sobreviva el resto de la ganadería, indicó.