‘Es tiempo de replantear continuar con mensajes en el Cerro del Pueblo’
Para expertos, la propaganda inscrita no es nueva, ‘pero podría regularse’, opinan
Ante una nueva modificación de la leyenda “Cristo Vive” en el Cerro del Pueblo, historiadores locales consideraron que es tiempo de replantear la vista y los mensajes que se observan en el espacio natural.
Fue este martes 16 de abril cuando el mensaje que comúnmente se leía desde largas distancias aludiendo al slogan de la Alianza Ministerial Evangélica en la capital de Coahuila “Cristo Vive”, fue cambiado por
“Crista Vive”.
Carlos Recio, docente de la Universidad Autónoma de Coahuila, y Esperanza Dávila Sota, directora del Centro Cultural Vito Alessio Robles —ambos colaboradores de VANGUARDIA—, coincidieron en que no es nuevo que el Cerro del Pueblo se utilice con fines publicitarios o propagandísticos.
Recio Dávila recordó tres tipos de anuncios, uno referente a la marca de cigarros El Buen Tono, mientras que después aparecieron los nombres de los candidatos del PRI y en otro momento la leyenda “Pedro G. González”, nombre de la que se conocía como “La tienda de los Mil Artículos”, ubicada en Pérez Treviño e Hidalgo.
Actualmente, un cartel con la misma leyenda puede leerse en el local que albergaba la tienda, aunque en sentido contrario al actual flujo vehicular, pues cuando se instaló los coches viajaban de poniente a oriente.
Por su parte, Esperanza Dávila recordó la leyenda “Óscar” referente a la campaña de Flores Tapia, quien a la postre fue gobernador entre 1975 y 1981.
“Desde entonces el Cerro del Pueblo ha sido intervenido con fines de promoción particular o en este caso de propaganda de un templo, de una iglesia”, explicó Recio.
Para el docente, aunque se trata de un predio privado, tiene una vista pública que debería ser tomada en cuenta a la hora de escribir o colocar mensajes de algún tipo.
“No es que lo condene o lo recrimine, pero no me parece justo que todo el mundo estemos obligados a ver en algún momento un
mensaje sobre un espacio que es privado, pero tiene una vista pública y que se ve desde muchas partes de la ciudad”, dijo.
“Entonces, si así continúa y hay un acuerdo con el propietario, entonces el Cerro del Pueblo podría estar lleno de anuncios, lo cual sería muy lamentable para la imagen urbana”, explicó.
Dávila Sota, por su parte, consideró que el Cerro del Pueblo “ha sido protagonista de la vida de Saltillo”, pues además de ser una referencia geográfica, fue parte de la vida cotidiana tanto de San Esteban de la Nueva Tlaxcala como de su posterior unión con la Villa del Santiago del Saltillo.
REGULAR Y PROTEGER LA VEGETACIÓN, LO IDEAL
Carlos Recio, consideró que con el Cerro del Pueblo se puede seguir una tendencia de regulación del espacio urbano, como se ha hecho desde la denominación del
Centro Histórico a finales de la década de 1980.
Por su parte, Esperanza Dávila consideró que aunque es complicada su regulación para que se evite cualquier tipo de mensaje, apela al sentimiento de tradición en Saltillo.
“Apelo a la idea de salvaguardar nuestras montañas, que aunque no sean áreas naturales que tengan un papel preponderante, como por ejemplo la Sierra de Zapalinamé y el cañón de San Lorenzo. Si se pone uno a ver la literatura, los poetas, hay mucha gente le ha cantado al Cerro del Pueblo”, expresó la historiadora.
Recio agregó en ese sentido que mucha gente de Saltillo, subía hasta la cresta para disfrutar de los atardeceres o las auroras.
Para el historiador, lo ideal es que el cerro conserve su vegetación original, que si bien nunca ha sido un bosque, se pueden apreciar cactáceas, lechuguilla, sotol y varios tipos de biznagas.
“Desde mi punto de vista, lo que debería hacerse es rescatarse como espacio natural, plantando mayor número de cactáceas o de agavasias y que se mantuviera, tal cual”, agregó.
No obstante, hizo la aclaración de que considera que la cruz debe permanecer en el Cerro, pues lo corona y ya forma parte de él durante décadas.