Comunicación olfativa
Científicos de Sudáfrica y Alemania descubrieron que los rinocerontes usan sus heces de una manera peculiar. La investigación consistió en recrear estos mismos aromas y esparcirlos para observar su reacción; encontraron que los animales se acercaban para “descifrar los mensajes” que el olor les transmitía, tal como género, edad y disponibilidad sexual en el caso de las hembras. Si el hedor correspondía a machos, éstos salían pronto a seguir los pasos de su competidor, pero si era de hembras, se quedaban para evocar el placer. Más adelante, ellos también dejaban su excremento con la misma finalidad.