Match point en la costa de Los Cabos
Entre la sedosa arena y sobre un mar esmeralda, los grandes del juego de palmas nuevamente se disputarán el trofeo de la ATP
Gente de todo el mundo viene a este destino paradisiaco en busca de un escape de las grandes metrópolis: Los Cabos, donde el desierto se encuentra con el mar. Una zona que nos cautiva con los hermosos poblados de Cabo San Lucas y San José del Cabo, que a pesar de la cercanía entre ellos, no podrían ser más distintos entre sí. El primero, un reflejo del auge turístico que la ciudad ha visto desde finales de los años , es hoy en día el destino en donde se puede disfrutar de experiencias inolvidables como ver las imponentes ballenas, adentrarse en un velero con dirección hacia el Océano Pacífico para sumergirse en las profundidades y descubrir los secretos del mar o simplemente sentarse en la bahía para contemplar la icónica formación natural de El Arco. Por el otro lado se encuentra San José del Cabo, un lugar que parece detenido en el tiempo, que con su arquitectura colonial envuelve a cada visitante en un aura de tranquilidad y paz, donde realmente se puede relajar y disfrutar de sus hermosas playas mientras el sol se pone en el horizonte sobre el Mar de Cortés. Sin duda, Los Cabos es un lugar que debe de estar en el radar de cualquier jetsetter, pero desde el año pasado, se ha convertido en una nueva meca para los amantes del deporte de raqueta gracias al Abierto Mexicano de Tenis Mifel presentado por Cinemex. Vogue tuvo la oportunidad de conversar en exclusiva con uno de los finalistas de la edición pasada, el español Feliciano López, quien compartió cómo se vivió la primera edición del abierto. “Fue una gran experiencia. Asistir al torneo me dio la oportunidad de conocer un lugar único”. Son las primeras palabras que el tenista expresa al preguntarle sobre su última visita. “Soy un enamorado de México, su cultura, su gastronomía y su gente”. Feliciano lleva una trayectoria en este deporte desde muy pequeño, su afinidad por el tenis se debe a que su padre siempre ha estado involucrado en el deporte: “Mi padre fue quien nos enseñó a jugar a mi hermano y a mí. El primer recuerdo que tengo es a los cinco
años yendo a la escuela de tenis donde él estaba destinado como capitán del ejercito español”. Realmente se puede apreciar en las palabras del deportista su pasión por este honorable y antiguo juego que, como expresa Feliciano, se convierte en un estilo de vida: “Este deporte requiere compromiso y esfuerzo por parte de uno y quiero alargar mi carrera el mayor tiempo posible. Uno debe vivir por y para el tenis”. El tenista está destinado a regresar del de julio al cinco de agosto de este año para jugar en el Abierto Mexicano y al preguntarle qué siente al respecto, responde: “Tengo muchas ganas de regresar y disfrutar la hospitalidad de este país. También poder dar lo mejor de mí en la cancha”. Por mucho, un torneo que promete ser un espectáculo inigualable para los fanáticos del tenis bajo el sorprendente cielo azul de Los Cabos.
El tenis bien entendido puede ser un reflejo de la vida misma