HOTEL A LA MEXICANA
Defensores del patrimonio y creadores de templos del descanso y la fiesta en todo el territorio, los fundadores del Grupo Habita llevan casi 20 años apostándole al país hospitalario
El cinco de octubre del año 2000 abrió sus puertas el Hotel Habita en la avenida Presidente Masaryk de la Ciudad de México. Cuatro jóvenes emprendedores —Carlos Couturier y los hermanos Moisés, Rafael y Jaime Micha— se lanzaron al ruedo en el mundo de la hotelería sin imaginarse que su iniciativa se convertiría en el epicentro de la vida social y cultural de la capital. En diciembre de ese año ganó la presidencia Vicente Fox del Partido Acción Nacional, un hecho histórico que marcó la primera alternancia en el poder en 71 años. La terraza del Habita fue el escenario del segundo evento del primer mandatario tras su toma de posesión. Una nueva era había comenzado. “Con el cambio político, los mexicanos nos hicimos muy globales. Comienza un poco en los noventas, pero no lo sientes hasta después. Inicia así todo un movimiento en el cine con Alejandro González Iñárritu y Alfonso Cuarón, el arte con Gabriel Orozco, la gastronomía con Enrique Olvera y Mónica Patiño, la moda con Macario Jiménez y Arturo Ramos, el diseño como Héctor Esrawe, Emiliano Godoy y Ezequiel Farca, en la arquitectura con Alberto Kalach, nosotros en la parte hotelera... Nuestro éxito también tuvo que ver con la originalidad de traer un producto nuevo a la ciudad. Empezaba una nueva hotelería en la que ir a socializar era parte importante de la experiencia”, comenta Carlos Couturier. “El único factor de acceso a
Habita era el mérito. En el 2000 se descubrió una gran meritocracia. En las grandes empresas mexicanas también hubo un relevo”, agrega Rafael Micha. Lo cierto es que en el Habita era la fiesta. Dos de las top models del momento, Esther Cañadas y Elsa Benítez, se paseaban en la alberca, como el actor estadoundense Edward Norton, mientras su ex, Salma Hayek, filmaba Frida. Las anécdotas son infinitas. En el 2001, el equipo de Amores Perros celebraba la victoria de 11 premios Ariel, mientras en otro piso festejaban el estreno de Y tu mamá también. A mitad de la noche, ambas fiestas se unieron con la presencia de Diego Luna y Gael García Bernal. Ese era el espíritu de la ciudad en aquel momento. Dos años después, abrió sus puertas otro hito del Grupo Habita: el Condesa DF, el cual se convirtió rápidamente en otro cónclave del mundo creativo y el star system internacional. Javier Sánchez fue el arquitecto que restauró la edificación de 1928 e India Mahdavi la interiorista. Entre las historias más interesantes del edificio figuran la fiesta del 50 cumpleaños del vocalista de U2, Bono; la cena de Robbie Williams con el experto en temas de la vida extraterrestre, Jaime Maussan y la fiesta interminable de la party animal, Paris Hilton.
Un elemento esencial del ADN de la empresa es el rescate de inmuebles patrimoniales. De hecho, fue así como inició todo. Carlos Couturier y Moisés Micha (amigos desde el ITAM) iniciaron la compra de casas de estilo californiano en Polanco para su restauración y posterior venta. Ya sea como socios o únicos propietarios, a lo largo de estos años se han hecho con edificios emblemáticos como la casa de los Condes de Miravalle, en la calle de Isabel La Católica, donde funciona el hotel Downtown; el icónico hotel Boca Chica de Acapulco, propiedad de Soumaya Slim y Fernando Romero, pero operado por el grupo; o el edificio de 1929 en el que opera The Robey, su primer hotel en Chicago. Estos empresarios también ostentan el logro de ser los primeros mexicanos en manejar con éxito tres hoteles en Estados Unidos. Solo el Hotel Americano, ubicado en el barrio de Chelsea en Nueva York, cuenta con casi con 90% de ocupación durante todo el año. “La ventaja de hacer proyectos en México es que las cosas se pueden corregir en el camino, mientras que en Estados Unidos el margen de error tiene que ser mínimo. En México puedes improvisar, en Estados Unidos, eso es impensable. Todo se planea. Es un mercado que requiere de mucha más preparación”, explica Moisés. Sin duda, otro factor de éxito del Grupo Habita tiene que ver con el crecimiento del turismo internacional en México. El país figura como el octavo destino más visitado del mundo con 40 millones de turistas anuales. En los próximos dos años continuarán su crecimiento con la apertura de un hotel en Austin (Texas), otro en Los Ángeles, un segundo hotel en Mérida —cuya arquitecto es Frida Escobedo—, un quinto en la Ciudad de México (al lado de la Catedral Metropolitana) y otro en La Paz (Baja California). “Buscamos siempre la autenticidad, no somos parte de una tendencia o de un movimiento. Nos interesa que nuestros hoteles siempre tengan siempre algo de innovación y sorpresa. Todos tienen que tener un hilo conductor, aunque cambie el nombre o la experiencia, la idea es que siempre reconozcas que te hospedas en un hotel de Habita”, expresa Couturier.
Donald Trump nos ha hecho un favor. Somos las víctimas de la situación y eso ha llamado a la solidaridad del mundo con nosotros, y ahora más gente nos visita
Con mil empleados en la nómina, los socios del Grupo Habita han colaborado a posicionar las carreras de numerosos arquitectos, diseñadores y cocineros. Jorge Vallejo del Quintonil y Eduardo García de Lalo salieron de sus filas. Enrique Olvera también manejó durante cinco años los restaurantes del grupo. Con semejante historia quién no va a ser optimista con respecto al futuro de México. “Hay que crear conciencia en las nuevas generaciones de que hay que luchar día a día por la democracia, la libertad, la tolerancia, la solidaridad, valores importantes para que el país se siga desarrollando... Llevamos un año siendo encabezado de todos los periódicos del mundo porque Donald Trump nos ha hecho ese favor, es una forma de hacer relaciones públicas sin pagarlas. Somos las víctimas de la situación y eso ha llamado a la solidaridad del mundo con nosotros, y ahora cada vez más gente nos visita. Lo mejor es que el 100% de los turistas siempre regresan con la mejor impresión”, celebra Carlos. En el pasado reciente, tuvieron que enfrentar dos momentos difíciles. El virus de la influenza que atacó al mundo y particularmente a México en el 2009 —nadie salía de sus casas— y luego la mala publicidad que el país recibió producto de la guerra contra el narcotráfico. “El problema es que hay puntos de conflicto, pero cuando lo leen en el extranjero pareciera que todo el país es así y no es cierto. Hay un México amigable, hospitalario y humanitario”, concluyen. Después de escucharlos, quién lo duda.