LIENZOS ECLÉCTICOS
Dirk Jan Kinet habla con Vogue en exclusiva acerca de su inconfundible estética al tocar espacios interiores
Termino siendo siempre muy ecléctico, ya que al decorar soy muy visceral y no pienso tanto con la cabeza”, declara Dirk Jan Kinet. El interiorista nos abrió las puertas de su casa y de sus recuerdos para contarnos un poco de su trayectoria. Kinet es de origen belga, pero a pesar de esto asegura que el alma de sus trabajos es más mexicana. Ha vivido en distintos países a lo largo de su vida, sin embargo, ha encontrado su segundo hogar en México, donde decidió establecerse “por el clima, las oportunidades y porque aquí siempre seré un bicho raro”, dice. Una viva prueba de su esencia es la locación de su hogar, una casona en el centro de la ciudad, que al mismo tiempo es utilizada como showroom: “mi casa es mi laboratorio. Ahí juego con colores, texturas y papeles tapiz. Es mi lienzo, de tal manera que mis clientes se dan cuenta de qué podría hacer con sus hogares”, afirma. En cuanto a la inspiración, Kinet comparte que
“empieza por el mismo cliente y si es un proyecto con carta blanca, los cuales son mis preferidos, puede ser un libro, una obra de arte o un viaje”, declara. Para encontrar las piezas únicas que integra a cada espacio que diseña, revela que “muchas veces, con un poco de exageración, las cosas me están esperando”. Aunque su estilo sea muy específico para cada espacio, el ADN es el mismo ya que mucha gente le comenta que al haber entrado en algún lugar, inmediatamente pudo detectar que había sido decorado por él. Su más reciente proyecto yace en San Miguel de Allende y el interiorista comparte que “es un parte aguas en mi vida. Tuve la oportunidad, gracias a los dueños de la fábrica La Aurora, de abrir un pequeño espacio. Su apertura fue el cinco de agosto y para finales de septiembre lo quiero convertir en un espacio lleno de muebles y mis objetos favoritos. No es un bazar, sino un espacio para saborear, donde todo se vende pero se puede ocupar como un espacio habitable”. Kinet confiesa que ha sido un sueño hecho realidad, pues se enamoró de San Miguel de Allende hace más de 20 años. Al preguntarle por su proyecto favorito, declara que fueron las casas de su amiga Susana Ordovas en Madrid y la Ciudad de México: “Entiende perfectamente mi estilo, pero ella sola no se hubiera atrevido. Fue un gusto enorme idear, crear y escoger, sintiendo su apoyo”. ¿Y el proyecto en el que quisiera trabajar? “Me gustaría hacer más hoteles y Airbnbs, todos con carta blanca. También la casa de Gwyneth Paltrow y Los Pinos”.
Mi casa es mi showroom y el laboratorio en donde juego con colores, texturas y papeles tapiz