VOGUE (México)

El tiempo de EUGENIO

LUEGO DE SUS ÉXITOS EN LA TELEVISIÓN NACIONAL, Y DE HABER PRODUCIDO Y ACTUADO EN NO SE ACEPTAN DEVOLUCION­ES, LA PELÍCULA QUE HASTA HACE MUY POCO FUERA LA MÁS TAQUILLERA DE LA HISTORIA DEL CINE NACIONAL, EUGENIO DERBEZ VUELVE A ROMPER SUS PROPIO RÉCORD CON

- Texto JOSÉ LUIS ÁVILA

Con 56 años, el comediante mexicano ha hecho lo que parecía imposible. Triunfar en Hollywood sin cara de galán ni de chavito. Su historia es la de un comediante consumado que descubrió tarde la que sería su vocación. “Me decían en la escuela que era muy chistoso, pero una cosa es ser chistoso y otra cosa es el trabajo.

No fue hasta los 27 años que hice la conexión de que podía hacer reír a la gente profesiona­lmente”, confiesa el hijo de la actriz Silvia Derbez.

Como en todo oficio, el de hacer reír también tiene sus reglas, unas que Eugenio ha aprendido a la perfección para hacer con ellas lo que quiere; y contrario a lo que pueda pensarse, los orígenes de sus chistes provienen precisamen­te del lugar menos pensado. “La gente piensa que para hacer reír tienes que imaginar cosas chistosas y es exactament­e al revés. La fórmula es pensar en todo lo que te molesta. No se puede hacer un chiste de un chiste. Toda mi comedia la baso en lo que me provoca dolor, molestia, angustia, irritación... Por eso la comedia tiene tanta crítica social”, me confirma durante el encuentro con la prensa a propósito de su rol como Maestro de Ceremonias de los Premios Platino al Cine Iberomeric­ano, cuya quinta edición se celebró en Xcaret, en la Riviera Maya; y recibiera un reconocimi­ento especial.

Su mudanza a Hollywood estuvo muy ligada a su deseo por conquistar nuevos mercados y por escapar de su zona de confort. Pese a lo bien que le ha ido en su carrera, no teme darse un “un trancazo” en el momento menos esperado porque son los riesgos lo que lo mantienen su ímpetu. “A raíz de que me fui a Estados Unidos, la industria comenzó a presionarm­e para rodar una película, y tres años después seguía sin hacerla porque mi intención era producir algo como No se

aceptan devolucion­es, que es una cinta de humor con un poco más de profundida­d, pero la presión me llevó a sacar Cómo ser un latin lover, una película demasiado comercial para mí gusto, pero tengo que darle a los productore­s un poco de lo que quieren hasta que pueda colar un proyecto que me llene mucho más”, revela.

Nació en una familia de clase media en la colonia Narvarte, y asegura que más que el dinero o la fama, lo más valioso para él es el tiempo, uno que en el caso de su país se torna crucial en las vísperas de la elección presidenci­al. “La mejor campaña electoral sería meter en la cárcel a los que han robado, abusado, matado... El narco está coludido con las autoridade­s. No estoy a favor de nadie, estoy en contra del país que nos dejaron. Voy a votar con impotencia. ¡Híjole, por cuál! Así estamos todos y eso es muy grave”, concluyó sin risas de por medio.·

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico