SALINAS PLIEGO: ESTE GOBIERNO ES CORRUPTO
Escribí aquí de los primeros debates electorales, efectuados el pasado domingo. No disfruté los de la CDMX porque estaba muy entretenido con el de mi estado, Jalisco. Y les cuento del mismo no porque sea muy importante, sino porque puede ser un ejemplo de lo que está ocurriendo en el país.
Como en el resto del país, hay tres opciones en Jalisco: la aplanadora de Morena y sus aliados; la del pasado, del PRI, el PAN y la sombra del PRD, más un partido que va solo, Movimiento Ciudadano.
Jalisco es el bastión de MC. Es el partido en el poder y con suerte repetirá en la gubernatura. A menos de que Morena cumpla la profecía y se lleve el carro completo: Presidencia, Congreso y los estados.
Sin embargo, la candidata de la 4T, Claudia Delgadillo, se vio muy rebasada. No sólo por el naranja Pablo Lemus, que llegó con la confianza de los números a su favor, más los nueve años que lleva ya dirigiendo gobiernos municipales.
También la rebasó Laura Haro, representante del PRIAN. Y el round terminó con Pablo acusando a la misma representante de la 4T de complicidad en un fraude millonario, no comprobado, pero sí certero como descontón.
Eso, en cuanto a los golpes bajos. Es una parte de la función importante, porque es la que arranca aplausos de la gayola y puede conseguir votos fáciles. Pero en la parte medular, la de las propuestas, todos nos quedaron a deber.
No es raro. Es, de hecho, lo más común en nuestra incipiente democracia. Es más fácil pelearse por ver quién es más corrupto que mostrar un plan más o menos congruente de gobierno.
No extraña que Laura no haya contribuido en mucho a la discusión: sabe que no va a ganar. En todo caso, lo que puede es aportarle votos a Xóchitl en la presidencial, y conseguir los más diputados locales de pueda. Eso es todo, y gracias por participar.
Pero que Claudia no llegase más preparada sí resultó en decepción. Sabe que si presenta una candidatura competitiva, tiene posibilidades de ganar… pero quizá es que no trae balas. Ya no basta llegar como candidato de rancho, a repetir consignas y colgarse de la Sheinbaum y del santón del Palacio Nacional: hay que proponer ideas claras de gobierno. Esa es la única manera de intentar ganar a algunos indecisos.
Y de Lemus, qué decir: la actitud sobrada y confianzuda le funcionó, como le habría servido para ligar en los antros… pero esto apenas comienza. Sabe que suma los aciertos del actual Gobernador, pero también debe cargar con sus errores. Es hora de poner en firme, más que promesas bonitas, los planes para aterrizarlas. Por ejemplo en materia de seguridad, pues aunque no lo reconozca, Jalisco está que arde… como el resto del país.
Descansaré la Semana Santa, nos leemos el 9 de abril.