Y AL PEJE SÍ LE GUSTÓ EL SEGUNDO DEBATE...
Aquí va una información muy importante para las personas que no vieron el segundo debate por la Presidencia de
México: no se perdieron de nada. No hubo ni un evento que pudiera cambiar las tendencias del voto, ni un dato revelador que explotara en nuestras cabezas como el catastrófico hongo de una explosión atómica… o el no menos dramático de un champiñón mágico. Todos se ciñeron al guión establecido y a sus papeles, determinados por su afiliación política.
Claudia Sheinbaum volvió a ser la alumna consentida de su profesor, ñoña, aburrida y pagada de sí misma: sabe que sigue ganando en las encuestas. Xóchitl Gálvez se soltó el pelo, pero en lugar de mostrarse “fresca y desenfadada”, como insisten en vendérnosla… en muchos momentos se vio enojada, cuando no de plano desaforada.
Y de Álvarez Máynez, ¿qué decir? Bueno, pues que mejoró. Redujo al mínimo al personaje chitochito y cursi del primer debate y demostró que, al menos en el papel, conoce de los temas en discusión. Incluso podría decirse que fue el más serio y menos superficial de los tres, dado que las dos señoras acabaron en pleito de mercado. Poco les faltó para acabar trenzadas de las greñas, con uno de sus chilpayates gritando, “¡amá, ya déjela!”
Matizo: todos los actores se ciñeron a sus papeles, pero dos de ellas le subieron tres rayitas a la intensidad. Está claro que estos “debates” pueden ser todo, menos debates. Es muy poco lo que se puede discutir de ideas o principios, mucho menos lo que se puede profundizar en las propuestas que hacen o las razones detrás de ellas. No hay tiempo.
En cambio, lo que tenemos es un intercambio de verdades a medias, mentiras descaradas y acusaciones nada veladas. Y claro, insultos que tienen la intención de convertirse en etiquetas para las redes sociales: “la candidata de las mentiras”… “la candidata corrupta” y la perla: “la candidata del narco”.
Mentiras dicen casi todos y casi todo el tiempo. Corruptos, al parecer son todos, si hacemos caso de sus adversarios… y de la triste historia de este país. Candidatos del narco, tal vez no lo son… ninguno de estos tres. Pero abundan en las boletas electorales. También en las esquelas de las últimas semanas.
Lo que en realidad me pareció triste de la transmisión en pantalla chica fue la pobreza con que se enfrentaron la puntera y su principal rival. Claudia, sin responder a los ataques, limitándose a repetir, “eso ya fue aclarado”… cuando la mayoría de los señalamientos permanecen justo porque no han sido aclarados. Y Xóchitl aferrada en esos tristes temas, como si no hubiera mucho que discutir de los grandes problemas de nuestro país, y las omisiones de la 4T para su resolución.
Hay más tela de dónde cortar en esto... se los cuento el jueves.